EEUU.- A punto de cumplirse un año del asesinato por asfixia del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis (Minesota, EE.UU.), la reforma policial, tan demandada en las calles tras ese trágico episodio, sigue pendiente en Estados Unidos.
La muerte de Floyd desencadenó entonces la mayor ola de protestas y disturbios raciales en EE.UU. desde finales de la década de los sesenta del siglo pasado tras el asesinato de Martin Luther King con una única súplica: el fin de la brutalidad policial contra las minorías raciales.
EFE
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