Carlos Arturo Baños Lemoine.
Con la entrada del semáforo verde en la Ciudad de México, muchos problemas de gestión han regresado a la tribuna pública. Uno de ellos es el que guarda relación con nuestro queridos y admirados “viejitos empacadores” en las tiendas de autoservicio, los cuales fueron retirados de éstas al inicio de la pandemia de COVID-19, por obvias razones.
Y ahora resulta problemático su regreso. De hecho, incluso antes del inicio de la pandemia la figura de los “empacadores voluntarios” ya había sido objeto de atención por parte del gobierno de la Cuarta “Transtornación” Mental.
Debido a su brutal ignorancia, los populistas-comunistas de las 4T querían que las tiendas de autoservicio dieran de alta en el IMSS a los “viejitos empacadores” ya que, según los alucinados de la 4T, los “viejitos empacadores” deberían tener el estatus de “trabajadores” de las tiendas de autoservicio.
Brutales ignorantes los de la Cuarta “Transtornación” Mental, por supuesto. Los populistas-comunistas de la 4T jamás han entendido la esencia de los “empacadores voluntarios”. Nunca se han tomado la molestia de analizar este fenómeno económico.
Que quede claro: los “empacadores voluntarios” no son trabajadores de las tiendas de autoservicio, porque no existe una relación obrero-patronal entre empacadores y empresas comercializadoras. Como su nombre lo indica, los “empacadores voluntarios” son personas que, con el permiso filantrópico de las tiendas de autoservicio, ingresan a éstas para ayudar voluntariamente a los clientes a empacar su compra, por lo cual esperan recibir una propina. Así de simple.
Las tiendas de autoservicio no están obligadas a empacar la compra de sus clientes. En teoría, éstos deben empacar las mercancías que compran y llevárselas a sus casas. Pero sucede que los clientes gustosamente dan una propina a quien les ayude a empacar su carga. Y, por ello, las tiendas de autoservicio permiten que los “empacadores voluntarios” ingresen a sus instalaciones a prestarles un servicio a sus clientes, con la idea de ayudar tanto a sus clientes como a los “empacadores voluntarios”: los clientes se ahorran un esfuerzo y los empacadores se ganan un dinerito. Una típica fórmula ganar-ganar.
Pero los zoquetes de la 4T son tan zoquetes que, con su errada idea de tratar a los “empacadores voluntarios” como “trabajadores de las tiendas”, lo único que conseguirán es que las tiendas de autoservicio terminen impidiendo el ingreso de los “empacadores voluntarios” para evitarse problemas legales. Así, los clientes tendrán que asumir la molestia del empaquetamiento y los “empacadores voluntarios” dejarán de obtener el ingreso correspondiente a las propinas. ¿Así, quién gana?
¡Vaya estupidez el de la Cuarta “Transtornación” Mental! Un típico caso de iatrogenia social: queriendo hacer el bien, se termina haciendo el mal. Queriendo ayudar a los “viejitos empacadores” terminan perjudicándolos.
Por esto, a lo largo de estos días hemos visto algunas escenas lamentables, donde nuestros amados y admirados “viejitos empacadores” incluso suplican que los dejen volver a las tiendas de autoservicio, a fin de ganarse sus propinitas.
Se trata de un dinerito que no les cae nada mal. Además, ellos se entretienen, se siguen sintiendo útiles a la sociedad y hasta pueden entablar relaciones de amistad con otras personas, especialmente con personas de su edad. Muchos “viejitos” incluso han reencontrado el amor de pareja gracias a esa experiencia, porque para el amor nunca hay edad.
¡Ah, pero resulta que por la oligofrenia populista-comunista de los gobernantes de la Cuarta “Transtornación” Mental, nuestros “viejitos empacadores” pueden salir muy perjudicados!
Ojalá las aguas tomen su viejo curso, su viejo cauce, para que nuestros queridos “viejitos empacadores” vuelvan a sentirse útiles, vuelvan a ganarse unas monedas y vuelvan a darnos un ejemplo de vida!
Desafortunadamente, en México tenemos a un mal gobernante; un zángano que cada mes se mete en el bolsillo algo así como 112 mil pesos… ¡sólo por arruinar a este país!
A Andrés Manuel López Obrador le debería dar vergüenza ganar tanto dinero, cuando lo único que hace es fastidiar a este país.
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