Armas gringas y fronteras porosas

Carlos Arturo Baños Lemoine.

El gobierno de la Cuarta “Transtornación” Mental volvió a dejarnos en ridículo ante el concierto de las naciones. El pasado miércoles 04 de agosto, el Gobierno de México presentó, ante una Corte Federal de los EEUU, una demanda contra productores y distribuidores de armas de fuego de ese país, acusándolos de comercio negligente, bajo el entendido de que buena parte de las armas que se venden en los EEUU terminan en la delincuencia organizada de México, causando graves daños a nuestra sociedad.

El grotesco mensaje corrió a cargo del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien anda muy activo tendiendo puentes con el comunismo internacional y exhibiendo sus ambiciones presidenciales. ¡Pero qué pena causó Marcelo Ebrard! ¡Otra cortina de humo de la inepta dictadura populista que nos mal gobierna!

Para no tener que reconocer que los controles fronterizos y las aduanas de México son una porquería repleta de ineficiencia y corrupción, el pobre de Marcelo Ebrard quiere culpar a los gringos de las armas gringas que el Gobierno de México no puede detectar, no puede detener y no puede incautar en la frontera norte de México. Y ya ni hablemos de las entregas que se hacen por mar, por ambos costados del país: Océano Pacífico y Golfo de México. Y ya ni hablemos de las armas que se introducen por la frontera sur, que es un verdadero caos: no pueden detener a los migrantes, menos podrán detener a las armas.

El teatrito que montó Marcelo Ebrard no ha causado más que burla y risa a nivel mundial, porque sólo exhibe el enanismo cerebral de todos los funcionarios de la Cuarta “Transtornación” Mental que se dedican a elaborar las políticas públicas en materia de seguridad pública y de seguridad nacional. Y todo esto por supuesto que augura un fracaso seguro; fracaso que comenzó desde el primer minuto del (des)gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con su patética estrategia de “Abrazos, no balazos”, de correctivos regaños maternos y de conversiones evangélicas por parte de los delincuentes.

Sólo ineptos e incompetentes conforman el actual gobierno. Por eso vemos, todos los días, que el crimen organizado avanza y avanza al amparo de la ineptocracia del gobierno de la 4T, con López Obrador a la cabeza.

Lo peor de todo esto es que López Obrador se presume “liberal”, opuesto a los “conservadores”. ¡Vaya liberal que no entiende los alcances de la Segunda Enmienda de la Constitución de los EEUU, que ha tomado cuerpo históricamente en nuestro artículo 10 constitucional!

López Obrador, el dizque liberal, no ha entendido que lo mejor que puede hacer México es, al menos, homologar nuestras leyes de armas a las leyes de armas de la Unión Americana. “Un soldado en cada hijo te dio”, dice nuestro himno nacional. Y un soldado sin arma no es un soldado.

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