Raúl Flores Martínez.
Mañana se cumplen 36 años del terremoto de 1985 y cuatro del sismo del 2017, el tiempo ha pasado, los mexicanos han avanzado en los temas de protección civil; sin embargo, las autoridades tal parece que van en retroceso, sobre todo en los temas de reconstrucción.
Hasta el día de hoy, después de 36 años del terremoto del 85, no se sabe con exactitud el número de fallecidos que dejó este sismo, la cifra oficial es de 3 mil 692; la Cruz Roja Mexicana señala que la cifra superó los 10 mil.
Además de acuerdo con las estimaciones, alrededor de 250 mil personas quedaron sin hogar y aproximadamente 900 mil se vieron obligadas a abandonar sus viviendas.
En el caso del sismo de 2017 dejó un saldo de 369 víctimas, la mayoría en la Ciudad de México, la mayoría en el edificio Álvaro Obregón y el resto en diversos inmuebles de la alcaldía Cuauhtémoc.
De acuerdo con la Comisión para la Reconstrucción del Gobierno, entre vivienda multifamiliares y unifamiliares se tuvieron 7 mil 774 inmuebles dañados y 20 mil damnificados.
Muchos de ellos, aún siguen sin recibir un apoyo de las alcaldías Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac, donde las viviendas también resultaron dañadas y que a cuatro años, siguen esperando los dueños el apoyo de las autoridades capitalinas, que se han olvidado de los damnificados de los sismos.
En algunas colonias de la alcaldía Iztapalapa, como La Planta y El Mar, los funcionarios de la Comisión para la Reconstrucción llegaron, censaron y la mayoría de los hogares quedaron con el dictamen de “reconstrucción”; sin embargo, esos dictámenes quedaron rebasados, debido a que de la nada, las viviendas ya podrían ser habitables.
De acuerdo a la Información filtrada de los vecinos, llegaron los funcionarios de esta Comisión a decir que las casas no tenían daño estructural, que podían ser habitadas, siendo que los daños son visibles en los hogares.
Esto es algo sencillo de suponer, ya no hay recursos ni presupuesto para llevar a cabo la reconstrucción por la sencilla razón de que no habrá dineros para cumplir con los compromisos sociales de la actual administración, a pesar de que se les está descontando el 15 por ciento del salario a los trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México.
Este es un tema del que escribiremos más adelante con las pruebas de que con la llegada del nuevo secretario de Gobierno, Martí Batres el salario de los trabajadores de confianza tuvo un recorte del 15 por ciento, dinero que supuestamente era donado de manera voluntaria por los trabajadores.
