Legado y sutileza de Ifigenia Martínez

Boris Berenzon Gorn

Boris Berenzon Gorn.

La sutileza es quizá una de las más exquisitas y complejas acciones de los seres humanos, por ello Jorge Luis Borges, maestro de la sutileza ha dicho que esta es la máxima capacidad de locución en el convergen los valores del ser. Válgase decir que esto puede ser de manera consciente o incluso inconsciente lo que amplía su valía porque trasciende los lugares comunes, lo políticamente correcto, lo cómodo y lo intrascendente. Son esos maravillosos seres vitales que entienden que la vida es columpio entre la metáfora y la monotonía, quienes apuestan todo en la vitalidad de su existencia. Ifigenia Martínez es un ejemplo estruendoso de esos seres. Valga pues ahora una breve semblanza.

Este jueves 07 de octubre, el Senado de la República entrega una de las condecoraciones más importantes de la nación: la Medalla de Honor Belisario Domínguez. Se trata de un reconocimiento que el Poder Legislativo otorga a las y los ciudadanos más destacados del país, por sus aportaciones a la sociedad mexicana. Este año, la distinción será entregada a la economista, política y diplomática Ifigenia Martínez, una mujer fundamental en la construcción de la vida democrática del país.

La medalla Belisario Domínguez es un reconocimiento de libertad, cuyo nombre homenajea al demócrata chiapaneco que se opuso al régimen dictatorial de Victoriano Huerta. Perdiendo la vida como castigo por mantenerse firme en sus ideales, Belisario Domínguez se convirtió en un ícono de los valores que México celebra. El reconocimiento que lleva su nombre, otorgado por la Cámara de Senadoras y Senadores, fue creado en 1953 y ha sido entregado a personalidades como Jaime Torres Bodet, Isidro Fabela y —la primera en recibir esta medalla— la pedagoga Rosaura Zapata y hace muy poco Doña Rosario Ibarra de Piedra.

Este año, el Senado decidió entregar la medalla a Ifigenia Martínez, reconociendo así una enorme trayectoria en la construcción de la democracia mexicana, así como sus incontables aportaciones a la vida política, diplomática y social de la nación. Al proponerla para recibir el galardón, las y los senadores destacaron su lucha incansable por la justicia y los derechos humanos, además de su papel en la inclusión de las mujeres en una verdadera democracia.

Nacida en 1930, economista de profesión, la hoy senadora ha estado presente en los momentos más importantes de la construcción de la democracia —aún imperfecta, pero sin duda en un camino ascendente de progreso— en nuestro país. Ifigenia Martínez empezó su carrera, según lo cuenta ella misma, alzando la voz frente a lo que le parecía injusto y opresivo.

En el ámbito público, llamó la atención por primera vez al prestar su pluma al servicio del derecho a la educación. Indignada por la falta de educación para todos (los padres debían hacer filas enormes para que sus hijos pudieran entrar a la escuela; aun así, eran rechazados), escribió un artículo en una publicación de la Escuela Nacional de Economía. El

texto llamó la atención de Jaime Torres Bodet, entonces secretario de Educación Pública, quien lo invitó a formar parte de la Comisión para el Mejoramiento y Extensión de la Educación Primaria. Así comenzó la travesía de Ifigenia, una travesía de combate a la desigualdad y de construcción de valores democráticos.

Ifigenia Martínez es una de las figuras más notables que el país ha tenido durante las últimas décadas, no sólo en términos políticos y diplomáticos, sino también académicos. Aunque la propia historia no la había tratado —quizás hasta hoy— con el peso que merece, lo cierto es que sus logros no son pocos. Como muestra sólo hace falta mirar a los albores de su carrera, cuando la hoy senadora se convirtió en la primera mujer mexicana en obtener una Maestría en Economía en la Universidad de Harvard, siendo así una pionera que inspiraría a cientos de mujeres a continuar luchando contra las absurdas desigualdades.

La senadora es probablemente más recordada por ser parte de los hitos que dieron paso a la apertura democrática en México. Siendo parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la economista se inconformó frente a los mecanismos autoritarios de la institución. Su postura la llevó a convertirse en una de las fundadoras —junto con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñóz Ledo— de la Corriente Democrática del PRI.

Esta corriente sería la semilla que daría vida posteriormente al Partido de la Revolución Democrática (PRD), del cual también sería fundadora Ifigenia. Aunque hoy haya tomado otros rumbos, el PRD jugó un papel fundamental como la primera opción de izquierda partidista que aglutinara en el país las legítimas demandas de justicia, equidad y democracia por las que luchaba el pueblo mexicano. El PRD fue uno de los primeros contrapesos del régimen priísta que de hecho alcanzó posiciones de poder, permitiendo que poco a poco brotara la democracia del país.

Mujer brillante, asertiva, certera y sutil en su argumentación, Ifigenia Martínez, hoy con 91 años de vida, se desempeñó como diputada federal, subsecretaria de Hacienda, senadora de la República, embajadora de México ante la ONU y jefa de la Asesoría Económica de la Presidencia de la República, entre muchos otros cargos que ha ocupado de forma honesta y constructiva anteponiendo siempre los ideales del pueblo mexicano.

Ifigenia Martínez ha construido un legado enorme y firmemente cimentado que siempre estará presente en la democracia mexicana y en la lucha contra la desigualdad. Este legado es hoy reconocido por el Senado, en un acto de suma importancia para el país que no podemos más que celebrar. Mauricio Beuchot dice que: “la sutileza, o subtilitas o esprit de finesse, es una capacidad hermenéutica que permite al intérprete descubrir cuál o cuáles son las mejores interpretaciones de un modo intuitivo.” Hoy la sutileza esta de fiesta ante el merecido reconocimiento al legado de nuestra querida Maestra Ifigenia Martínez.

Número de vistas 50

Clima

CIUDAD DE MÉXICO

Hoy no circula

Tipo de cambio

Tipo de cambio USD: vie, 29 Mar.

Lo último

Notas relacionadas