Rubén Cortés.
El librero de Palacio tiene una fijación: todo para Paco Ignacio Taibo tiene que ver con chingar o ser chingado, desde cómo fue impuesto en su cargo hasta para hablar de electricidad.
Lo definió el escritor Aurelio Asiain en Twitter, cuando PIT (así le llama Gil Gamés) obtuvo la dirección del Fondo de Cultura Económica:
‘Se la metimos doblada’: nos los cogimos. Los penetramos, contra su voluntad y sus expectativas. La celebración machista del sexo anal no como placer mutuo sino como demostración de poder. Falocracia delirante”.
Eso fue en noviembre de 2018. Antier, PIT volvió a su obsesión por el órgano reproductor masculino, al referirse a la renacionalización en marcha de la industria eléctrica, durante la Feria Internacional del Libro del Zócalo:
“Vamos a ganar la reforma energética. Nos los vamos a chingar. A chingadazos, no hay duda. Nos pasa por abajo de los pantalones”.
Cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Jefatura de Gobierno del entonces DF, en 1997, la obsesión de PIT le impidió ser Secretario de Cultura, porque festejó su nombramiento gritando en público: “No vamos a andar de putos”.
Los grupos defensores de los derechos de las minorías, que entonces sí tenían voz, y eran respetados por la izquierda, fueron escuchados por el Jefe de Gobierno, quien echó atrás el nombramiento.
Hoy, en cambio, con el castrochavismo en el poder, PIT puede darse vuelo, como cuando fue designado al frente del FCE, tras ser cambiada la anacrónica ley que se lo impedía, por no haber nacido en México, sino en España.
“Sea como sea, se las metimos doblada camaradas. Va a haber un edicto del presidente nombrándome encargado de despacho mientras sale la ley”.
Sin embargo, el ascenso de PIT en el actual gobierno es parte de la política oficial de premiar lo que el presidente llama “el 90 por ciento de lealtad y el 10 por ciento de capacidad”, que pone a cobrar a ex ayudantes del presidente en altos puestos.
Sólo por eso alguien como PIT puede ser director de una institución creada por el gran don Daniel Cosío Villegas con los escritores españoles del exilio, y que tenido como directores a Arnaldo Orfila y Salvador Azuela, por ejemplo.
A PIT la autollamada “Cuarta Transformación” le hizo justicia. Igual que (publicó Reforma) a 13 actuales funcionarios de Hacienda, Medio Ambiente, SEP, Salud, Trabajo, Agricultura, Bienestar y Pemex, que trabajaban integrantes de la Ayudantía del mandatario.
Por eso le dieron a su organización familiar la Feria Internacional del Libro del Zócalo 2021 (la “Brigada para Leer en Libertad”, una A.C creada por él y su esposa) que se encargó de la programación, los invitados, la convocatoria a editores, los homenajes…
Sí: la 4T le hizo justicia.
