¡La carne de cañón de la Unión Tepito!

Raúl Flores Martínez.

Hace unos días escribí en este mismo espacio algo relacionado con los niños y jóvenes sicarios, con esos sicarios que son carne de cañón dentro de las organizaciones criminales que, sin importar su estatus en la geografía criminal, son los desechos que se pueden sustituir.

Un ejemplo de estos jóvenes criminales que ofertan su vida por dos mil pesos, tienen dos salidas que afectan directamente a la familia, la cárcel o la muerte. En el caso de Donovan de 17 años que estuvo en el atentado del empresario Eduardo Beaven Magaña, es el vivo ejemplo.

Con 17 años, y con un adiestramiento de poco pelo en el manejo de armas, quiso superar a un guardaespaldas que fue ex militar con años de experiencia en el manejo de armas de todo tipo y tácticas de ataque y contraataque.

Resulta que, de acuerdo a las redes sociales de Donovan, experto en el manejo de motocicletas de pista, se ve en un video practicando con un arma larga en un campo de tiro, en otra parte del video se ve haciendo algunas piruetas a bordo de motocicletas, viste gorra y playera color negro y un pantalón de mezclilla.

En varias ocasiones, se le ve disparar recibiendo indicaciones por parte de un instructor que porta una gorra de la extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local. La grabación fue subida al perfil del menor que fue sepultado el domingo en el panteón de San Lorenzo Tezonco.

Al revisar sus redes sociales, las autoridades también identificaron que Donovan residió en la alcaldía Iztacalco, de donde era “El Memín”, quien pudo haberlo contactado con “El Alemán”, líder de la célula de sicarios de la Unión Tepito.

Las autoridades locales y de la Armada de México apuntan sus baterías para indagar sobre un posible campo de entrenamiento de la Unión Tepito dentro de la ciudad de México o municipios vecinos del Estado de México, debido a las evidencias que se tienen dentro de los videos que se pudieron observar en las redes sociales de Donovan.

Campos de entrenamiento donde los jóvenes sicarios, adiestrados por ex elementos de la policía capitalina, ex militares o marinos que decidieron cambiarse de bando, son los que les enseñan el manejo de las armas; sin embargo, no les enseñan un buen adiestramiento que lleva años para salir ilesos.

Ahora esa máxima dentro del crimen organizado, “niños y jóvenes carne de cañón”, se hacen presente en la Unión Tepito, una organización criminal local que utiliza a menores de edad para el trasiego y venta de estupefacientes, cobró de cuotas o piso y ejecuciones que ante la falta de un adiestramiento en el manejo de armas, caen como moscas ante el adiestramiento de las fuerzas del orden o de un ex militar que pasa a guardaespaldas.

 

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