Carlos J. Pérez García.
Son tantos y tan escandalosos los temas más inesperados y superfluos (contra la UNAM, la OMS…), que los problemas de mayor trascendencia pierden la atención (la corrupción documentada que crece en lugar de disminuir) o involucran falsos debates (si los datos de la iniciativa eléctrica resultan ciertos o no). Lo principal, oigan, no se puede quedar en eso.
Diversos componentes del Índice del estado de Derecho (Rule of Law Index) del World Justice Project, muestran ahora a México en su posición más negativa en décadas (y la peor de América Latina). Podemos resumir aquí que, a partir de 44 indicadores, estos son los ocho factores que se cuantifican y clasifican para comparar: 1. Restricciones a poderes gubernamentales; 2. Ausencia de corrupción; 3. Gobierno abierto; 4. Derechos fundamentales; 5. Orden y seguridad; 6. Cumplimiento regulatorio; 7. Justicia civil, y 8. Justicia criminal. Veamos.
En el 1 (poderes, organismos y sociedad actúan como contrapeso eficaz al gobierno estatal) México ocupa el lugar 102 de 139. En el 2 (integrantes del gobierno o de la seguridad y procuración de justicia son sancionados cuando abusan o incumplen) el 135. En el 3 (hay participación ciudadana en la toma de decisiones, y garantías del derecho a la información) el sitio 43. En el 4 (un trato igualitario sin corrupción y con garantías de debido proceso y del derecho a la seguridad) el 91. En el 5 (ausencia de crimen y homicidios, con gente que se siente segura) el 130. En el 6 (sin corrupción se aplican normas y regulaciones que son cumplidas, y se garantiza el proceso al resolver procedimientos) el 105. En el 7 (los individuos conocen sus derechos y confían en las instituciones, con acceso a información y asesoría sin altos costos ni trabas burocráticas en un sistema imparcial y libre de corrupción) el 131. En el 8 (se investiga e imparte justicia con rapidez y efectividad, al garantizar el debido proceso y los derechos de víctimas en un área penal razonable) el 129.
El estado de San Luis Potosí aparece por debajo del promedio de las 32 entidades (posiciones 18 a 25) en 7 de los 8 criterios: sólo en el 7 está arriba. Todas se ven mal en sus puntajes y las peores suelen ser Veracruz, Guerrero y Chiapas, mientras que Querétaro, Nuevo León y Aguascalientes se encuentran entre las menos malas.
Es increíble que un mandatario no sólo se concentre en agredir personas e instituciones del pasado en vez de analizar nuestros graves problemas actuales hacia un futuro complejo, sino que celebre que el Financial Times difunda un viejo registro en que su popularidad (de populista) sería “la segunda más alta del mundo”, sin darle la menor importancia a un índice crucial con todos los elementos que trae sobre corrupción y estado de Derecho. Si los revisara, créanme, entendería mejor de qué se trata.
En el Congreso o ante la realidad, todo queda hoy en el autoengaño (‘soberanía’ por propiedad y rectoría, o ‘popularidad’ sin resultados y con explicaciones). En fin, estamos justo a la mitad del sexenio de 70 meses: cada día será más lo que ya pasó, que lo que falta.
* Y PODEMOS TOMAR EN cuenta lo que dicen personajes como el académico norteamericano Noam Chomsky: “La población en general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe”. A su vez, el escritor irlandés Bernard Shaw nos advertía “Tengan cuidado con el falso conocimiento; es más peligroso que la ignorancia”.
Del político e inventor estadounidense Benjamin Franklin, viene al caso citar: “Creo que el mejor medio de beneficiar a los pobres no es darles dinero, sino lograr que puedan vivir sin recibirlo”. Igual, “No se trata de hacerles fácil la pobreza a los pobres, sino de apoyarlos y llevarlos a salir de ella”. Bueno, el ‘neoliberalismo’ es algo que en el siglo XVIII aún no existía y que ha sido descubierto por YSQ para etiquetar enemigos y, curiosamente, rechazar aquel vital proverbio chino: “Dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.
Sobre el tema central estas semanas, la corrupción en México, también recuerdo ahora las palabras del ilustre educador guerrerense Ignacio Manuel Altamirano: “Estoy pobre porque no he querido robar. Otros me ven desde sus carruajes…, pero me ven con vergüenza. Yo los veo desde lo alto de mi honradez y mi legítimo orgullo. Siempre va más alto el que camina sin remordimientos y sin manchas”. Claro, esto debería ser de gran utilidad en la mente de muchos.
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