Alejandro Zapata Perogordo.
Se inicia el año con un vigoroso avance de la pandemia covid y aunque la variante ómicron ha resultado con efectos moderados, es de advertir una considerable alza en contagios que a decir de especialistas un significativo número de personas contraerá el virus, por lo pronto se ha comunicado el padecimiento por segunda ocasión del Presidente.
Mientras ello acontece, Santiago Creel en su carácter de representante del PAN ante la Secretaría de Gobernación, anuncia la próxima instalación este mismo mes de siete mesas de diálogo, donde se abordarán temas de seguridad; salud; economía y; reforma eléctrica, entre otros rubros.
En ese tenor, la Secretaría de Gobernación adquiere un papel preponderante en la interlocución con la oposición, desplazando a los operadores de Morena en la Cámara de Diputados, que además de ineficaces han mostrado palpables carencias sobre el oficio, haciendo gala de poco conocimiento al respecto, tal como se acredita con la denuncia penal presentada por el Presidente de la mesa directiva en contra de algunos Consejeros del Instituto Nacional Electoral, que a nadie y en nada beneficia.
Es dable decir que difícilmente se encontrarán acuerdos, las posturas de ambas partes se sustentan en formas de pensar completamente diferentes, discordantes y con una visión de país antagónica, a la par que los tiempos legislativos en el primer semestre se encuentran limitados, ya que arrancan las campañas electorales para la renovación de los gobiernos en Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Quintana Roo, Durango y Oaxaca, circunstancia susceptible de incidir en el ánimo de los legisladores.
Por si fuera poco, un punto de confrontación se localiza en la consulta de revocación de mandato, tema de agenda pública que colisiona a ambas partes y además somete a la H Suprema Corte a innecesarias presiones, el Trife tuvo que salir al quite, ordenando a la Secretaría de Hacienda para que dote de recursos al INE, sin embargo, los tiempos transcurren y el pleito también.
Un punto toral al que se le ha sacado la vuelta, tiene que ver con las finanzas públicas, pues la política de austeridad tan cacareada ha sido insuficiente para paliar el temporal y cumplir con los compromisos adquiridos, los recortes presupuestales impiden llevar a cabo la buena marcha del país.
Así, tarde o temprano saldrá a relucir la necesidad de impulsar una reforma fiscal, rubro al que el Presidente le ha sacado la vuelta, seguramente piensa que le traerá un desgaste político y una caída en la rentabilidad electoral de Morena y aliados, sin embargo, cada día crece la presión de las finanzas públicas.
Al igual, la parte relativa al crimen organizado es insostenible continuar con la estrategia de resultados negativos, la alarmante ola delincuencial ha tenido efectos devastadores, sin que se observen signos cuando menos de contención, por lo que es inminente ponerle atención.
Este cuarto año de la administración, por lo visto tendrá algunos sobresaltos, sin contar las ocurrencias del régimen, estaremos en medio de conflictos políticos, controversias y descalificaciones, ¡más de lo mismo!, haciendo votos con la esperanza de que sea para mejorar.
