Rusia.- Rusia continúa esgrimiendo sus argumentos para justificar la invasión de Ucrania y, a pesar de las peticiones de la comunidad internacional y de las fuertes sanciones económicas que la hieren de gravedad, sigue este martes con su guerra sobre el país vecino, mientras el número de refugiados llega ahora a los 677.000.
Su postura la defendió en Ginebra el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que acusó al Gobierno de Kiev de ser “neonazi” y de maltratar y violar los derechos de la población rusohablante en Ucrania desde 2014, cuando un movimiento ciudadano logró la caída del entonces presidente, Viktor Yanukovich, aliado cercano de Moscú.
EFE
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