Carlos J. Pérez García

Carlos J. Pérez García.

Una de dos. Las recientes derrotas para el tenaz movimiento lopezobradorista tienden a hacer que todo empeore, o bien pueden provocar que la situación se vaya calmando y alcance ciertos equilibrios. Me parece muy poco probable que nada se vaya a alterar, pues a mayor plazo vamos a ver broncas o remansos.

Ante los embates del Ejecutivo y su partido, la Constitución señala (Art.16): Los diputados y los senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas. Añade un sabio que ¡cuando desde el poder te la pasas acusando de traidores a todos los que no apoyan ni aplauden una causa que no se sostiene ni en lo más básico, el traidor eres tú!

Este escribano entendía que lo de “traidor a la patria” se asociaba, digamos, a que alguien favoreciera a un gobierno extranjero con el que México se encuentra en guerra o en graves problemas. Aunque pueda ser sólo otro de los excesos verbales del Titular, algunos morenistas lo toman en serio y persiguen a quienes votaron en contra de una iniciativa eléctrica que era insostenible.

De hecho, oigan, en México este delito está en el Código Penal Federal y se destaca entre los motivos por los que se podría juzgar a los presidentes de la República, con penas de 5 a 40 años de prisión. Ya se ha señalado en este rubro a Felipe Calderón, Enrique Peña y Luis Videgaray, pero ninguno de esos casos ha procedido. Vendrán otros similares, claro.

Al parecer sobran amenazas que siguen acrecentando el imperio de la impunidad propia y ajena, aunque los dirigentes del partido oficial lancen una furiosa campaña de odio contra 223 diputados que no coincidieron con la absurda iniciativa, y en contra de millones de ciudadanos (¿no ‘pueblo’?) que hemos expresado un sólido rechazo en diversos foros y plataformas.

Se confirman como pésimos perdedores, así puedan merecer nuestro respeto y nosotros el de ellos. Esto, creo, ya debe quedar atrás y habrá que continuar pues hay mucho qué hacer ante demasiados estorbos.

Pasa ligera, la maldita primavera… Y brota el salvajismo de corte fascista, venezolano o nicaragüense, el cual podría hacer menos tolerable la impunidad y la continuación sin dificultades de un desubicado régimen de intolerancia y terror. No es cosa de aceptar una invitación a la guerra civil, si bien debemos poner límites a la agresividad oficial.

* ¿QUÉ PALABRAS O FRASES pueden representar lo que no le gusta a la 4T, o que le cuesta más entenderlo? Veo revisiones o antologías que se arman en cuentas de redes sociales y, con cierto análisis, dan mayor idea del perfil de un gobierno despótico. Por ahora, fíjense, mis selecciones son las siguientes.

Esfuerzo; aspiración; productividad; eficacia o calidad educativa; solidez académica; aptitud laboral; méritos; evaluación de la educación; especialización; posgrados en el extranjero; empleos formales; trabajo; mediciones de desempeño laboral; profesionalismo; conocimiento; superación; talento; experiencia; ‘decencia’; empresas o empresarios.

Clase media; clase alta; ahorro privado; inversión productiva; viabilidad financiera; estudios de riesgos; crecimiento económico; funciones de los mercados; competitividad; inversión extranjera; rentabilidad de la inversión; participación del sector privado; reducción de la pobreza al ‘enseñar a pescar’, en vez de regalar pescado; éxito; resultados; eficiencia; capital; corporación.

Futuro; progreso; globalización; integración económica regional; tratados de libre comercio; críticas internacionales; organismos multilaterales; ley o legalidad; constitucionalidad; modernidad; individualismo; pensar; reflexionar; analizar; tecnología; datos duros; derechos humanos; transparencia; neoliberalismo; descenso en el número de pobres; emprender; rendición de cuentas.

Empatía; feminismo; feminicidios; ecología; ambiental; mortalidad infantil; órganos autónomos; riqueza; ‘el dinero es del diablo’ (lucro, salarios altos); economía; incentivos; instituciones; cambio climático; energía eólica o solar; pluralidad; democracia representativa; división de poderes; disenso; independencia; respeto; tecnócrata; ciencia; cotizantes; derechohabientes.

Las implicaciones de estas 75 aversiones son bastante claras y graves para el país y su futuro, aunque las malas noticias que afronta el gobierno federal tiendan a disminuir las preocupaciones para México a mediano plazo. Eso sí, difícilmente seguirán en el poder.

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