Ante riesgos, piden retirar obra en el Museo José Luis Cuevas

México.-Luego de que Excélsior (11/06/2022) informara sobre el estado de abandono y des cuido que priva en el Museo José Luis Cuevas, ante la falta de recursos para su mantenimiento y la conservación del edificio histórico que ocupa, Ximena Cuevas, hija del artista mexicano, exigió a las autoridades culturales de México su intervención para trasladar el acervo artístico y documental a un lugar seguro.

Pido públicamente (que) sea trasladado el acervo y el centro de documentación del Museo José Luis Cuevas a un sitio adecuado para su conservación”, dijo ayer la hija del artista en sus redes sociales.

En un recorrido realizado por este diario el pasado 9 de junio, se pudo registrar la ausencia de personal en sus oficinas, insuficiente la vigilancia en sus salas abiertas al público, donde exhiben obra de artistas como Vlady, Jazzamoart, Fernando de Szyszlo, Carlos Mérida, Roberto Montenegro y del propio Cuevas.

Aunado a esto, el recinto —ubicado en Academia 13, Centro Histórico, y que cumplirá 30 años de vida el próximo 8 de julio—, no cuenta con control de clima en sus salas, por lo que deben utilizar un ventilador oscilante que es activado cuando se incrementa el calor en los espacios expositivos.

También se observa una veintena de manchas de humedad en las alfombras de las salas Beatriz del Carmen Cuevas y Bertha Cuevas, producto de goteras, ubicadas a un metro de obras de Abel Quezada, Francisco Toledo y Vicente Rojo, debido a la falta de presupuesto desde 2020, y sin que se aclare si éstas ya fueron controladas o no.

Por su parte, el Centro de Documentación e Investigación Octavio Paz, dentro del museo, que contiene el acervo especializado dedicado a Cuevas, continúa cerrado con candado desde hace más de dos años; mientras que en el Patio de la Giganta se aprecian algunas vigas carcomidas. Ximena Cuevas recordó que en la mesa del comedor de Galeana 109, como familia, hablaron y decidieron donar su patrimonio a México.

Mi madre, siempre amando y respetando a su país, llevaba la batuta de la conversación. Hay que ser generoso con quien ha sido generoso con uno. México nos ha dado mucho, dijo. Esa plática fue a principios de los (años) 80”.

En 1992 se inauguró el museo, contemplado como un espacio de vocación latinoamericana.

Sin embargo, frente al estado que hoy guarda el recinto, dijo, “esto es una tragedia cultural. Siempre con el pretexto del lío familiar, tanto la Fundación Cuevas como las autoridades en turno lo han abandonado. Yo, agotada de los malos tratos, la falta total de respeto, y por mi propia sobrevivencia, renuncié a esta historia en noviembre de 2021”.

También reveló que “la fundación ha solapado la salida de obras con firmas falsas. Ha sido una pesadilla sin fin. La última vez que me presenté, el presidente de la fundación, Jorge Gamboa de Buen, intentó golpearme. Esconden mucha mugre”.

La hija del artista lamentó que la fundación no haya solicitado la revisión del acervo y la responsabilizó de cualquier daño a la obra.

A este llamado se sumó José Carlos Canseco, coordinador del grupo El Caballito Conservación. “El gobierno capitalino, la Secretaría de Cultura y el INBAL deben intervenir para proteger, conservar y difundir ese recinto y su acervo. Es inadmisible la omisión de esas tres instancias”, apuntó.

En respuesta, Dolores Martínez Orralde, subdirectora de Patrimonio Artístico Inmueble del INBAL, prometió a Ximena Cuevas una reunión para coordinar una visita conjunta al museo con el Cencropam.

Desde el INBAL, en coordinación con el gobierno de la CDMX, se atenderá este tema. Se coordina visita conjunta con el Cencropam para revisión del acervo. Estamos pendientes”, apuntó.

Excelsior

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