¿Balacera, operativo?

Raúl Flores Martínez.
Vaya circo que se armo ayer en Topilejo en la Ciudad de México, con la supuesta balacera entre sicarios del Cártel del Pacífico/Sinaloa, si eso fue un operativo contra el crimen organizado, créanme que sería astronauta.
El circo que se armó en el Topilejo, no es más que un circo por lo siguiente.
1.-Las armas aseguradas de grueso calibre, jamás fueron utilizadas.
2.-Una barrer calibre 50, siempre es utilizada por un experto en el tema, de lo contrario cuantos nuestros habría.
3.-Nunca se utilizaron los rífela semiautomáticos R-15, o AK-47, llamados Cuernos de Chivo, la prueba es que solo hay dos elementos heridos de la policía capitalina.
4.-Granadas de fragmentación que no se utilizaron.
5.-Supuestos sicarios con fajas de cargador.
Si las armas que supuestamente tenían en su poder la célula del cártel del Pacífico llamado vulgarmente de Sinaloa, hubieran sido usadas por lo menos, se tendría un saldo de 30 elementos de la policía capitalina muertos, ademas de la decena de mirones en el lugar.
El sonido que produce un rifle semiautomático ya sea R-15 o Cuerno de Chivo, es más seco que el de las pistolas de bajo calibre que se utilizaron y no causan la muerte a los elementos policiacos.
El traslado de integrantes del crimen organizado, siempre se realiza en silencio y no con sirena abierta para evitar llamar la atención.
Así como estos detalles hay muchos más que deben ser analizados con la finalidad de aclarar algo, porque en dos ocasiones las famosas células del Cártel Jalisco Nueva Generación y ahora Pacífico, no utilizan la mortífera Barret 50.
Quienes saben del tema de armas y crimen organizado, saben que una Barret jamás se le da a cualquier pelagatos, siempre será utilizada por un especialista en su manejo.
Un punto más, 14 sicarios con armamento de grueso calibre a cuantos elementos de la policía capitalina que no eran de grupos especiales; sin adiestramiento contra el crimen organizado, podrían haber matado.
Este tipo de circos me recuerda a alguien que está siendo juzgado en Estados Unidos, al parecer le aprendió bien el jefe de la policía capitalina.