RU.- Como si fuese un trampolín divino desde el que proyectarse, el nuevo monarca del Reino Unido, Carlos III, se apoyó este viernes en la figura indiscutida de su madre, Isabel II, para lanzar su reinado y ganarse el apoyo de los ciudadanos.

Carlos no es un maestro de la oratoria. Abundan en el Reino Unido los chistes sobre su acento marcadamente esnob (el famoso “labio rígido” de la aristocracia) y raramente ha conseguido transmitir empatía en sus intervenciones públicas.