México.- Luego de un mes de que Estados Unidos implementara su nueva política para controlar la migración venezolana, con el retorno de miles de ellos, los suramericanos luchan por subsistir en regiones de la frontera norte de México.
En la ciudad Matamoros, estado de Tamaulipas, los albergues están rebasados y además, la inseguridad acecha a los venezolanos cuando se van a trabajar mientras esperan una respuesta favorable a sus peticiones de asilo.
Por esta ciudad fronteriza deambulan grupos de migrantes buscando asesoría legal y apoyos en las distintas asociaciones, cargando consigo lo que para ellos fue una injusticia por parte del Gobierno estadounidense que empezó a expulsarlos antes de que entrara en vigor el decreto.
EFE
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