Brasil.- Aún sin asumir, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya se ha visto obligado a ofrecerle concesiones a los influyentes partidos de centro, algo a lo que tendrá que acostumbrarse para lograr el apoyo de un Congreso en su mayoría opositor al Gobierno que inicia el 1 de enero.
Con promesas de participación en el gabinete, así como de liberar recursos para los legisladores, el líder progresista consiguió el respaldo de los grandes partidos de centro que no lo apoyaron en las elecciones para aprobar esta semana una enmienda constitucional vital para su gestión.
EFE
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