Raúl Flores Martínez.
Más de cien mil desaparecidos en México, más de cien mil familias, madres, padres, esposas o hermanos que buscan a un ser amado en distintos estados del país, buscan, piden; lo peor es que les ruegan a las autoridades que hagan su trabajo.
A lo largo de los más de 22 años que llevó de periodista, la mitad me he enfocado en temas de personas desaparecidas, decenas de historias de madres en su mayoría que buscan a sus hijas menores de edad, en algunos casos, viven bajo la esperanza de que algunos policías de investigación, hagan su trabajo para localizar a sus ausentes desgraciadamente nunca pasa eso.
En algunos casos, el cierre de importantes vialidades, la presión de los vecinos, es la forma infalible para que las autoridades, al menos en la ciudad de México volteen a ver a los afectados y se pongan a trabajar.
Quizá eso sea menos, pero en el resto del país, principalmente en el Estado de México, esto no sucede, silenciosamente en municipios como Ecatepec, Ixtapaluca, Valle de Chalco y otros más, las autoridades solo se llenan de fichas de personas desaparecidas, sin hacer las búsquedas necesarias.
Pero qué pasa con aquellas jovencitas o jovencitos que salen de su hogar por propia voluntad, al final mueven todo un aparato de seguridad que bien podrían enfocarse en casos que llevan meses de ausentes, qué pasa ahí, no hay sanción, no hay castigo, no hay nada.
En estos casos, desde hace años lo he dicho, hace falta un castigo administrativo para las y los adolescentes que, por berrinches, salen de su hogar. No un castigo de cárcel, pero sí un castigo de apoyo a la comunidad, cómo barrer, pintar o limpiar los parques de la colonia con la finalidad de evitar que otros hagan lo mismo.
Sin embargo, para esto existe siempre el “pero”, pero y los Derechos Humanos, si esos organismos que en algunos casos, solo estorban, solo quitan la posibilidad de evitar que las ausencias sigan creciendo, esas Comisiones nacional o locales, que desde su escritorio dictan o critican, ellos no se mueven o investigan, pero envían recomendaciones sin ton ni son.
Sabemos la importancia de reportar una ausencia en los primeros minutos, eso puede salvar a la ausente de un delito, pero uno debería exigir a las autoridades en turno, qué la movilización para buscar a una o un desaparecido, debe de ser parejo, bloqueen o no avenidas importantes.
