Por. Ah-Muán Iruegas
La reciente iniciativa de un legislador estadounidense, para permitir que las fuerzas armadas de los Estados Unidos combatan el fentanilo en el extranjero, tiene dedicatoria para México
La llamada Resolución 18 de la actual legislatura norteamericana, presentada por el representante de Texas, Dan Crenshaw, del Partido Republicano, habla de una autorización presidencial para el uso de la fuerza militar. La resolución se denomina “Authorization for the Use of Military Force, Cartel Influence Resolution” e incluye una autorización por cinco años al presidente de los Estados Unidos para “combatir, atacar, resistir, apuntar, eliminar y limitar” la influencia de los cárteles de la droga denominada fentanilo.
La Resolución 18, elípticamente habla de una autorización al presidente para utilizar la fuerza contra “naciones, organizaciones y personas extranjeras” que violen la ley estadounidense sobre sustancias controladas (Controlled Substances Act).
Es decir, no se menciona directamente a México. Pero indirectamente, sí lo hace pues habla de nueve cárteles de la droga, todos “orgullosamente mexicanos”. La resolución menciona en específico, en inglés, al “Jalisco New Generation Cartel”, al “Gulf Cartel”, “The Zetas Cartel”, “Northeast Cartel”, el “Knight Templar Cartel” y los cárteles de Tijuana, Cd Juárez, así como el cártel de los señores Beltrán Leyva.
Aunque la resolución no sobrepasa los requisitos de la famosa ley sobre poderes de guerra de USA o “War Powers Resolution”, la actual Resolución 18 se inscribe dentro de las definiciones de tal ley sobre Poderes de Guerra.
De manera que ya estamos hablando de “guerra”. Aunque mas que una verdadera guerra, un enfrentamiento entre México y Estados Unidos sería una carnicería, una pelea que México perdería en unos meses.
Pero eso no va a ocurrir. No nos van a invadir las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Aunque no porque no puedan los estadounidenses ganarle a México una guerra. Sino porque el ejército estadounidenses no quiere.
Por ejemplo, el propio jefe militar del Comando Norte de los Estados Unidos, el General Glen Vanherck, señaló en el Congreso que México si ha hecho lo que corresponde en materia de narcotráfico. Lo cual implica, en cierta interpretación, que sería absurdo invadir a alguien que “sí ha hecho lo que corresponde”.
Adicionalmente, otros jefes militares estadounideneses han declarado con anterioridad que “no quisieran tener que entrar a México”. Y no quieren entrar, porque eso sería el inicio de problemas innecesarios, por décadas -o siglos- con México. Y no requieren un foco de inestabilidad en su frontera sur. Pero de que nos pueden invadir, ni quién lo dude.
Lo que ocurre es que hay divisiones importantes en la élite estadounidense, sobre qué hacer con México. Los republicanos son decididamente belicistas… pero el propio ejército de los Estados Unidos parece no compartir del todo las opiniones del Partido Republicano. No en lo que se refiere a enviar tropas a México.
Pero no debemos perder de vista que México, en cuanto a las drogas y la violencia, comienza a impacientar a los estadounidenses. No es suficiente con enviarles guacamole al Superbowl, para que ellos estén tranquilos. México necesita dejar de ser visto como un problema en Estados Unidos, antes de que sea demasiado tarde. No van a soportar eternamente los USA la ineptitud de los policías y militares mexicanos, ni del gobierno federal en su conjunto.
Ganaron medalla en la cancillería mexicana, por lograr que un senador republicano les meta una cuña que quedará para la historia, aunque no haya invasión ni mucho menos.
No es suficiente decir que se trata de una propuesta electoral o electorera por parte del diputado Dan Crenshaw. Desde luego que lo es, pero por serlo denota la existencia de un sector de los votantes estadounidenses que no vería mal el envío de la fuerza militar contra México.
Ese sector de votantes, va a seguir allí. Y si crece, vamos a estar en problemas, sobre todo si gana el candidato republicano las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos.
Pero las presiones a México, apenas empiezan.
No habrá invasión estadounidense, al menos no en los próximos años. Porque ellos no necesitan algo así.
Pero lo que sí va a ocurrir, es que van a aumentar las presiones. El engranaje en Washington ya se activó contra México. No es una voluntad unívoca la forma en que se toman las decisiones allá. Es más bien un conjunto de opiniones de diversos actores que eventualmente logran una cierta hegemonía, lo que impulsa ciertas políticas y no otras. En ese conjunto está no sólo el gobierno, sino la academia, la prensa, los políticos destacados, los “Think Tanks” etcétera.
Las presiones pueden ser diplomáticas. Ken Salazar ya ha dado muestras de presionar al gobierno, luego del multicitado secuestro de cuatro estadounidenses en Tamaulipas -de los cuales murieron dos-.
Pero las presiones diplomáticas no son las únicas, ni las más potentes. Puede haber presiones también de tipo político. México está pensando en presionar a los republicanos por medio de los consulados mexicanos.
No recomiendo iniciar una serie de pequeñas batallas consulares. Va a aumentar el número de roces y problemas locales y estatales entre nuestro gobierno y los estadounidenses. Lo cual es lo más antidiplomático que se me ocurre. Pues los consulados están allí para resolver problemas más urgentes que los asuntos político-electorales. De hecho, no tienen cuadros suficientes para semejantes pleitos -innecesarios por lo demás-.
Puede haber presiones económicas, que pueden ser eficaces, aunque muy dañinas para México. Pues el comercio lo pueden cerrar USA con sólo “pornerle un candado” a sus aduanas –aunque eso no ocurrirá pronto. Pero la sola mención de presiones comerciales llevó al precio del dólar a 25 pesos, cuando Trump amenazó a México.
Por todo ello, aunque la 4T le colme la paciencia a los estadounidenses, ellos no necesitan invadir a nadie. Pueden optar por presiones diplomáticas, políticas o económicas, antes de llegar a las presiones militares.
Mientras no se utilicen las presiones políticas y económicas, no tienen sentido las amenazas militares serias. Aunque si llega USA a las presiones económicas y éstas no funcionan, entonces sí pudiera haber un escenario para el uso de presiones militares. Pero eso está muy lejos de ocurrir.
