Carlos Arturo Baños Lemoine.
Seguramente ya se enteraron, mis amigos, de que las cinco unidades que integran a la Universidad Autónoma “Mensopolitana” (UAM) se fueron a paro en protesta por una supuesta violación sexual impune ocurrida en la Unidad Cuajimalpa que, dicho sea de paso, es una de las unidades de la UAM en donde más se ha incrementado la presencia y la operación política de sectas feminazis.
Supuestamente, una alumna de la carrera de Derecho fue violada por su pareja o ex pareja. La alumna recurrió a los mecanismos internos de carácter administrativo esperando que, al menos, dieran de baja al fulano. Pero no sucedió así y las autoridades dieron por cerrado el caso. En respuesta, la alumna supuestamente agredida, con un amplio apoyo de las sectas feministas, comenzó una campaña de ataque mediático y vandálico en contra de las autoridades universitarias y del supuesto violador. “No se hizo justicia”, están proclamando las feministas y sus “aliades”.
Y, como era de esperarse, pandillas de jóvenes histerizadas y fanatizadas decidieron cerrar los cinco planteles de la Universidad Autónoma “Mensopolitana” (UAM). Obvio, muchas alumnas aprovecharon para hacer denuncias mediáticas en contra de supuestos acosadores, hostigadores y violadores; todas estas denuncias sin prueba fehaciente alguna, obvio.
Seguramente ustedes recordarán, mis amigos, mi trascendente artículo “Presencia feminazi en la UAM-Xochimilco”, publicado en El Arsenal el miércoles 08 de junio de 2016, hace ya casi siete años. Lo pueden consultar, hoy por hoy, en LICANTROPÍA, mi WordPress como periodista libre, crítico y de veras independiente.
Tengo el honor de ser, en todo México, el primer y único académico, el primer y único periodista, que, de forma sistemática, viene criticando a la tan nefasta mitología feminista. Como profesor de la UAM-Xochimilco me sentí con el deber de exhibir las sandeces inherentes a la mitología feminista, así como sus prácticas políticas de carácter totalitario. Estoy pagando el precio por ello, porque yo sí tengo ética, y estoy esperando que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje me conceda la razón jurídica y me reinstale en mi puesto de profesor, el cual me fue arrebatado injustificadamente.
¿Verdad que yo prefiguré todo lo que está ocurriendo? Sólo estamos atestiguando el capítulo más reciente de la putrefacción mental y conductual que padece la Universidad Autónoma “Mensopolitana” a causa de la mitología feminista.
Tan prodrida está la UAM que una alumna de la carrera de Derecho no conoce la importancia de interponer una querella ante el Ministerio Público, a objeto de que éste investigue a fondo un supuesto ilícito de carácter sexual. Dicha alumna confió más en los mecanismos internos de la UAM, a sabiendas de que estos mecanismos están controlados por las feministas y, ¡oh, sorpresa!, ni siquiera estos mecanismos le dieron la razón. ¡Qué jodida, pues, está la Universidad Autónoma “Mensopolitana”!
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.
