México.- El tiktoker Cristian Magazo fue contratado para manejar las redes sociales de siete cuentas institucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con un salario bruto mensual cercano a los 100 mil pesos, durante el mandato del ministro Arturo Zaldívar.
Información revelada por El País, el propósito de estas asesorías era acercar el lenguaje de la Corte a términos más digeribles e inclusivos para trasladar los mensajes del poder judicial federal a sus espacios en Twitter, Instagram, Facebook y Youtube.
Según el documento al que tuvo acceso el diario español, Cristian Edgar Guerrero Flores, también conocido como Cristian Magazo, firmó un contrato en agosto de 2022 para prestar servicios de asesoría en el manejo de redes sociales, creación de contenidos, promoción y monitoreo por un total de 93,522 pesos brutos mensuales.
El tiktoker, que estudió la carrera de Derecho, manejaba las cuentas en diversas plataformas de la SCJN, el Consejo Federal de la Judicatura, el canal de Justicia TV, la Escuela Federal de Formación Judicial, el Centro de Estudios Constitucionales, la Dirección de Derechos Humanos y, en menor medida, la Defensoría Pública Federal.
Cabe destacar que la relación laboral entre Magazo y la SCJN surgió a raíz de la presentación de la serie “Caníbal, indignación total” en 2022, cuando el equipo del ministro Zaldívar conoció al tiktoker y decidió integrarlo para “que un joven haga contenido que le hable a los jóvenes”.
El influencer es conocido en TikTok, una red social frecuentada en su mayoría por adolescentes y jóvenes, aunque con mayor alcance cada día en otros sectores. En esta plataforma, Magazo cuenta con 1.7 millones de seguidores y suele abordar temas judiciales.
A raíz de que la presidencia de Zaldívar finalizó, Cristian Magazo se dedica a cumplir funciones jurisdiccionales en la ponencia del ministro, alejado ya de las redes sociales.
La oficina del mismo ha rechazado que el joven participara en la cuenta personal de Arturo Zaldívar en Tiktok, donde tiene más de 550 mil seguidores y suele publicar contenido relacionado a su quehacer como jurista en un tono relajado.
“Primero estuve en Twitter, en Facebook, y luego decidí dar el paso a TikTok, porque me di cuenta de que allí podía llegar a la escala de los más jóvenes, que Twitter ya tenía muchos problemas de contaminación y que los jóvenes no estaban”, refirió en una entrevista con El País en diciembre pasado.
La estrategia de comunicación en el anterior mandato de la SCJN contrasta con el silencio de la actual presidenta, Norma Piña, quien todavía no ha concedido ninguna entrevista, no tiene redes sociales y apenas envía comunicados.
Redacción
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