Raúl Flores Martínez.

Cuál es el protocolo o la forma de que el Gobierno Federal hace sus mediciones de delitos en el país, que casualmente siempre están a la baja a pesar de que a diario en los medios nacionales se ven imágenes e información de secuestros, ejecutados y enfrentamientos.

No le encuentro la fórmula de las estadísticas que se dan a conocer en la mañanera de López Obrador, esas cifras alegres que, si no estuviéramos enterados del acontecer nacional, creería que vivo en un país seguro y que es mejor que muchos países europeos.

Sin embargo, las mentiras de Palacio Nacional son claras y manejadas al antojo del mentiroso de Palacio Nacional, mentiroso porque solamente él se cree sus cuentos; sobre todo sus cambios de la historia de México, dónde él queda como héroe nacional.

Más de 120 mil personas desaparecidas y decenas de muertos que se van acumulando en las estadísticas de la Cuarta Transformación, no es una sorpresa que los tres primeros meses del año, se tengan aproximadamente unos mil 76 asesinatos en las primeras dos semanas de marzo, un promedio de 72 ejecuciones al día.

Los estados con más víctimas de homicidio doloso en la primera quincena de marzo son Guanajuato, 135 víctimas; Estado de México, 94; Chihuahua, 81; Michoacán, 65; Baja California, 63; Morelos, 60; Jalisco, 56; Sonora, 55; Ciudad de México, 45 y Guerrero, con 45.

El 29 de enero se mantiene como el día más violento del año, con 108 asesinatos, la mayoría en el Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Baja California, Tamaulipas, Jalisco y Puebla.

Cifras que, para el mandamás de Palacio Nacional, no significa nada al igual que el reporte de violación de Derechos Humanos que hizo el Departamento de Estado de Estados Unidos y que fue calificado como bodrio por López Obrador.

Hasta cuándo este Presidente reconocerá que la estrategia de seguridad impuesta en su sexenio, lo único que ha hecho es llenar los panteones de muertos y  de fosas clandestina; lo hemos dicho una y mil veces que “Los Abrazos, No Balazos” nunca funcionaran en un país azotado y secuestrado por el crimen organizado.

Qué tan mal estamos, qué el propio crimen organizado hace la chamba de las corporaciones policiacas. Dos ejemplos de bote pronto, los sicarios secuestradores de los cuatro norteamericanos, entregados por el Cártel del Golfo.

Recientemente la ejecución de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, quien tiene las huellas de la ejecución de los integrantes del crimen organizado; fueron meses de investigación para dar con su paradero por parte de las Fuerzas Armadas y de las corporaciones policiacas; sin embargo, nuevamente fue el crimen organizado, quien le hizo la tarea a las autoridades.

Número de vistas 53

Clima

CIUDAD DE MÉXICO

Hoy no circula

Tipo de cambio

Tipo de cambio USD: vie, 29 Mar.

Lo último

Notas relacionadas