Ciudad de México.- La cita fue a las 09:00 AM de hoy, frente al Hemiciclo a Juárez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Poco antes llegó Daniela Parra con un pequeño grupo de familiares y seguidores, convencida de que su padre, el actor Héctor Parra, es inocente de las acusaciones que le ha hecho su propia hermana, Alexa Parra.
Hijas del mismo padre pero de distinta madre, actualmente las hermanas Parra están enfrentadas al grado de negarse como hermanas. ¿El motivo de este radical desencuentro familiar? Las acusaciones de abuso sexual y corrupción de menores que Alexa ha hecho contra su propio padre.
Daniela Parra rompió radicalmente el dogma feminista de “¡Yo sí te creo, hermana!”: ella no sólo no le ha creído una sola palabra a su hermana, sino que considera que Alexa está siendo manipulada por parte de Ginny Hoffman, la madre de Alexa, así como por otras personas que se han involucrado en este caso, como el actor Sergio Mayer, la abogada Olivia Rubio y el actor/productor Felipe Nájera.
Poco a poco fue llegando la prensa así como más simpatizantes de Daniela.
Daniela casi no se ha dado cuenta de ello, pero se está transformando en una gran líder social. Como hija, comenzó por defender a su padre ante la burda “fabricación de delitos” de que es víctima y, ahora, es un personaje que está atrayendo a cientos de familias que están pasando por lo mismo que ella, y es que la corrupción e ineficiencia del sistema de justicia mexicano afecta a todos por igual, salvo a quienes pueden lavar sus culpas gracias al dinero y al influyentismo.
Pequeña, delgada, carismática y siempre ecuánime, Daniela Parra articula sus intervenciones y respuestas de forma clara, sencilla y contundente. Nos hallamos ante una líder natural. Comienzan a llegar más grupos en su apoyo e, incluso, mucha gente de “va de pasadita” (mujeres sobre todo) la reconocen y se acercan a ella para abrazarla, para bendecirla y para apoyarla.
Y en punto de las 09:00 AM comenzaron a escucharse fuerte, muy fuerte, las consignas:
“¡Héctor Parra es inocente!”
“¡Héctor Parra, Libertad!”
“¡Justicia para Héctor Parra!”
“¡Queremos a Parra libre!”
“¡Todos somos Dany!”
“¡No estás sola!”
“¡Fuera Godoy!”
“¡Fuera Sergio Mayer!”
“¡Olivia Rubio fuera!”
“Es una burla lo que están haciendo (las autoridades); se quieren burlar no sólo de mí sino de un país entero”, sostiene Daniela con respecto a las acusaciones falsas, a los peritajes amañados y a la fabricación de delitos que, como vicios del sistema de justicia, están afectando a cientos de personas, muchas de las cuales se hallan en la cárcel con sólo el apoyo jurídico de los abogados de oficio, siempre saturados de trabajo.
“Esto no puede seguir pasando; no puede ser que siga habiendo tanta gente inocente en la cárcel”, afirma con contundencia la hija de Héctor Parra, quien aclara que su lucha ha sido financiada con las nobles aportaciones de amigos, familiares y simpatizantes. Y esto se nota: en la manifestación/marcha sólo una gran lona (pagada con mucho esfuerzo, nos dice), un altavoz portátil y muchas personas con mensajes escritos a mano sobre cartulinas.
Este reportero le hace notar a Daniela la importancia y trascendencia del liderazgo social que está adquiriendo y, con respecto a su actual motivación, me responde: “No es sólo mi papá; mi papá es una víctima más de todo esto que está pasando y gracias a Dios yo tengo la voz para ayudar a que los otros casos sean visibilizados”. Lo dicho: en Daniela se está gestando una gran líder social.
Por si fuera poco, Daniela rechaza la típica polarización maniquea inherente a la mitología feminista y nos dice: “Esto no es un problema de hombres o de mujeres, sino de derechos humanos”.
Aclara que no ha sido amenazada ni hostigada directamente, que no cuenta con ningún operativo de seguridad y que ya está curada de espanto ante las campañas sucias en redes sociales, pero que hace responsable de cualquier agresión que sufra a las personas que se han coaligado en contra de ella y de su papá: Ginny Hoffman, Sergio Mayer, Felipe Nájera y Olivia Rubio.
Muy echada para delante, Daniela Parra se dice “preparada para lo que sea, hasta donde tope”: si la audiencia que se llevará a cabo el día de mañana (25 de mayo) no resulta favorable para su padre, presentarán todos los recursos conducentes, desde la apelación hasta el juicio de amparo. Ante todo, ella cree que prevalecerá la auténtica justicia, porque está covencida de que el caso de su padre es un caso de corrupción que se les salió de las manos a sus autores.
En su cenit, la manifestación/marcha llegó a tener alrededor de 300 simpatizantes. Muchos gritos, sí; mucho apoyo, sí; pero la manifestación/marcha comenzó y siempre se desarrolló en paz. No hubo gente encapuchada ni hubo vandalismo, como suele pasar en las marchas feministas. En la manifestación/marcha que hoy encabezó Daniela Parra sólo hubo gente sencilla, común y corriente, luchando por una causa justa y legítima, ejerciendo sus derechos ciudadanos ante las evidentes deficiencias de nuestro sistema de justicia.
Sobre esta historia, queda mucho qué decir…
Carlos Arturo Baños Lemoine (texto y fotos) / Editor en Jefe de “El Arsenal”
