Carlos Arturo Baños Lemoine.
Tras dos meses de paro feminista, la Universidad Autónoma “Mensopolitana” volvió a la “normalidad”; aunque, la verdad sea dicha, nada tiene de “normal” ver cómo una dizque universidad se somete a las ideas y a las exigencias de grupos delictivos inspirados en la mitología feminista, de suyo anticientífica y totalitaria.
Las fotos y los videos dan cuenta del grado de putrefacción que desde hace años afecta a la UAM: autoridades con el rostro desencajado y la cabeza agachada “negociando” con feministas encapuchadas que, con total impunidad, cometen todos los delitos que se les antojan, a sabiendas de que las autoridades blandengues, sumisas, achicadas y cómplices les darán su “carta de no represalias”.
Es por ello que la Universidad Autónoma “Mensopolitana” de plano se ha convertido en un vulgar centro de adoctrinamiento, propaganda, reclutamiento y operación política al servicio de las sectas fascistas que están imponiendo la “ideología de género” en las aulas y en las oficinas universitarias. Como todo grupo gansteril, las sectas feministas han inoculado el virus de la irracionalidad a través de la violencia, bajo amenaza de que, si no se cumplen sus caprichos (pliego petitorio), ejercerán más violencia. Lo propio de los delincuentes, pues.
¿Qué clase “autoridad pública” puede someterse a esta dinámica institucional? Bueno, pues las dizque autoridades de la UAM encabezan la lista de la ignominia.
Mientras los manuales de operación política ordenan enfáticamente que “con los delincuentes nunca se negocia”, las rectorías de la UAM (la general y las de las cinco unidades) son pisoteadas una y otra vez para quedar al servicio del sectarismo delictivo feminista.
Y en la “solución al conflicto” salta a la vista la exaltación de la irracionalidad. Sólo dos ejemplos:
a) Habrá más contenido curricular de “ideología de género” (catecismo feminista y LGBTQ+); claro para darles chamba a todas las fanáticas adoctrinadas que están egresando de los inútiles y anticientíficos “programas de género”.
b) En conjunto con la Fiscalía de la Ciudad de México, la creación de una fiscalía especial para atender los casos de delitos sexuales en las universidades porque, al parecer, ni la misma Fiscal feminista Ernestina Godoy se ha enterado de que ya existe una fiscalía especial para atender delitos sexuales.
¡Así de decadentes, pues, nuestras instituciones “de educación superior”!
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.
