México.- Karolina Monika Gilas, doctora en ciencias políticas, consideró que no es el momento para pensar en una reforma al Poder Judicial, en particular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), porque se debe realizar un diagnóstico sobre la implementación de la reforma judicial de 2021.
Asimismo, apostar por la ruta de fortalecimiento de capacidades institucionales, de modificaciones a la cultura institucional y del Poder Judicial.
Durante su participación en el Conversatorio “Participación para la Transformación del Poder Judicial”, en el que este martes se abordó el tema “Marco constitucional y convencional para el ejercicio efectivo de los derechos políticos y de participación en los temas de trascendencia nacional y en la dirección de los asuntos públicos”, invitó a las y los diputados a realizar un ejercicio de diagnóstico profundo y quizá una reforma, pero al cabo de unos cuantos años más.
En cuanto a someter a consulta ciudadana la elección de las y los ministros de la SCJN, Monika Gilas señaló que se debe pensar en fortalecer desde el ejercicio legislativo el diseño de los mecanismos de participación ciudadana como las consultas, referéndums y la iniciativa legislativa que en este momento están regulados de una manera altamente restrictiva.
“La ciudadanía no tiende a recurrir a ellos ni a usarlos, porque, por un lado, el costo de inversión de tiempo, organización, de lo que implica articular una iniciativa, juntar una cantidad de firmas para poder presentarla a alguna de las dos cámaras de este Congreso es excesiva, y al mismo tiempo promete pocos beneficios o bajas posibilidades de una incidencia real”, expuso.
Explicó que no es el momento para pensar en una reforma a la Corte y al Poder Judicial, por dos grandes razones: la primera, es por la reforma al Poder Judicial de 2021, la cual fue muy profunda que alteró de manera significativa varias áreas de su funcionamiento y; la segunda, es tiempo, porque las reformas de esa envergadura lo necesitan para empezar a funcionar y para que se asienten las transformaciones organizativas del Poder Judicial.
“Se requiere todavía un tiempo para observar lo que está pasando, cómo se está transformando esta nueva dinámica dentro del Poder Judicial y, en su momento, al acabo de quizá de dos, tres o cuatro años realizar un diagnóstico profundo que revise cuáles fueron los objetivos de la reforma judicial y en qué medida se han logrado cumplir o no y de ahí determinar cuáles tendrían que ser las eventuales rutas para una nueva reforma”, agregó.
La doctora comentó que el mecanismo con el que se designa a las personas que integran la SCJN no es ideal, pero tampoco es el peor diseño del mundo, ya que argumentó que la representación y legitimidad democrática se logra a partir de la participación de los dos órganos del Estado, de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, finalmente representan la voluntad de la ciudadanía de México y eventualmente.
Por lo anterior, advirtió que si se buscara o se decidiera alterar este procedimiento, la ruta podría ir hacia un pluralismo controlado, pues se incorporarán las barras de abogados, las universidades y la academia, pero “me parece sinceramente que abrir el Poder Judicial a una elección popular podría llevar a mayores vicios de los problemas que podrían su caso resolver, (porque) serían procesos muy complejos y politizados.
“Lo que se supone que estamos buscando es una integración de la Corte que la aleje de la política, que la aleje de la incidencia directa de los partidos políticos y de una vinculación con cualquiera de las fuerzas políticas que estuvieran en condiciones de estar proponiendo, postulando o apoyando a las personas candidata a este cargo”, apuntó.
Finalmente, Gilas observó que los problemas del Poder Judicial en la actualidad tienen que ver con deficiencias que todavía hay en la manera en la que este diseño está implementado, los cuales tendrían que apuntarse o resolverse, a partir del fortalecimiento o las capacidades institucionales del Poder Judicial y a través, de los cambios en la cultura organizativa, los cuales sostuvo no se lograrán reformado la Constitución y reformando la ley.
Por lo anterior, explicó que dichos cambios se lograrán dentro del marco que tenemos vigente en la actualidad, a partir de fortalecer la transparencia y la carrera judicial de la reforma de 2021, a fin de ver “pronto los resultados positivos de este proceso, a través de una mejor preparación, formación y capacitación de las personas que participan de acompañamiento de la carrera judicial, una carrera administrativa o un servicio profesional de carrera, pero administrativa.
“Entonces, lo que ocurre hoy con el Poder Judicial es la transformación que tiene pendiente para fortalecer su funcionamiento, garantizar de manera más plena la justicia para todas las personas que formamos parte de esta comunidad que definitivamente no pasan por una reforma. Además, creo que el exceso del reformismo en el que a veces incurre el Legislativo mexicano nunca es positivo, porque la ley necesita siempre tiempo para surtir efecto”, concluyó.
Con información de la Cámara de Diputados
