Raúl Flores Martínez.
Ayer se llevó a cabo el levantamiento de varios trabajadores de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, una acción por hombres armados, que lo único que denota es la falta de seguridad en todo el país.
Este secuestro masivo lleva un mensaje muy claro para el gobierno de Chiapas y el gobierno Federal, qué sigue en la terquedad de asegurar que no hay inseguridad en el país, ahora hasta a las mismas autoridades los levanta.
Qué pasa en Chiapas, que es el motivo que lleva a los grupos armados a tomar la decisión de levantar a funcionarios de Seguridad Pública. De acuerdo con la Información Filtrada de la Secretaría de la Defensa Nacional en Chiapas existen seis rutas del tráfico de drogas operados por el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, La Mara Salvatrucha y el grupo guatemalteco identificado como “Los Huistas”.
La disputa por estas seis rutas se ha venido recrudeciendo en los últimos años, dónde la Armada de México, les ha confiscado varias toneladas de cocaína procedente de Sudamérica. Rutas que generan millones de dólares de ganancias ilícitas.
Las labores de inteligencia que realizan algunas áreas de las Fuerzas Armadas en coordinación con fuerzas locales, buscan por cielo y tierra a los trabajadores de la policía estatal que no portan armas, solo sus credenciales de la dependencia donde laboran, un levantamiento que deja un mensaje del crimen organizado.
De acuerdo con los especialistas este mensaje, es que Chiapas ya tiene dueño, un dueño que controlará las seis rutas del trasiego de estupefacientes, mismas rutas que son utilizadas por los migrantes de Centroamérica rumbo a Estados Unidos.
Hasta el momento, no hay una pista de los funcionarios de seguridad pública estatal; sin embargo, se ha revelado que ya habían sido amenazados por los constantes operativos que han tenido en la zona, donde han detenido algunos integrantes del crimen organizado.
El secuestro o, mejor dicho, el levantamiento de los funcionarios de la policía estatal, no es más que una advertencia para toda la corporación, pero también va más allá, es un levantón para sacarles información de la estrategia de seguridad que se lleva a cabo en el estado.
Una muestra del poder del crimen organizado que está por encima de las estrategias del gobierno del estado y sobre todo de los abrazos, no balazos, una estrategia del crimen organizado que nuevamente le gana la partida a la supuesta seguridad en México.
