Raúl Flores Martínez.
Con las preguntas incómodas de mi compañero del Sol de México, Rafael Ramírez al Presidente López Obrador en su tribuna mañanera; es un hecho de que Rafa, como lo conocemos en el gremio; ya se echó un gran enemigo encima, Rafael al igual que Loret y muchos más, incluyéndome, somo seres incómodos para el actual régimen engaña bobos.
Muestra de esa incomodidad, qué le generamos al Presidente, se tiene una lista de periodistas y reporteros que nos espían a través de nuestros propios celulares, las grabaciones de las pláticas que tenemos a través de nuestras líneas, es algo que ya es sabido, desde hace más de cuatro años.
Los embates del espionaje, es cosa de todos los días. Cómo lo sé, fue sencillo de averiguar, utilizando la misma tecnología que utilizan las Fuerzas Armadas, me di cuenta que desde hace más de años, todo lo que hablo por teléfono, es grabado y analizado.
Tan lo sé, que estás líneas al igual que mis pláticas telefónicas, son de interés para el equipo de monitoreo que está a diario conmigo, qué son mis cómplices secretos y en algunos momentos, son parte de mis oídos que escuchan mis pesares, malestares e incluso saben de mis deudas, lo malo que no me ayudan a solventarlas, pero están enterados.
“Señores no tengo nada que esconder, lo que gano por mis trabajos, lo hago de manera honesta, trabajo cerca de 17 horas al día, como poco y duermo poco; todo por los dos trabajos de periodistas y reportero que tengo para solventar mis gastos y los de mi familia. Trabajo de domingo a domingo, lo poco o mucho que ganó, es de manera honesta.
Saben también que el trabajo que realizó para este espacio; así como en Grupo Imagen; es para exhibir la corrupción, qué supuestamente de la noche a la mañana desapareció. Un trabajo honrado, cómo el qué ustedes realizan que al igual que yo, le trabajamos diariamente para pagar la renta, la ropa, los alimentos; porque al igual que ustedes, no vivimos en Palacio Nacional para que tengamos un sueldo íntegro a final de mes, porque todo nos lo paguen, en pocas palabras, al igual que ustedes, no vivimos de gratis en nuestras casas”.
Por qué la necesidad de ser espiado, por qué esa necesidad de escuchar nuestras conversaciones que son de las más normales; si esa tecnología la aplicaran en la lucha contra el crimen organizado; muchos de esos grandes capos ya estuvieran en prisión.
Por años he cubierto las Fuerzas Armadas y desde su inició lo que fue la Policía Federal, sé sus métodos que tienen para el espionaje, se sus mañas para obtener información; si embargo, al igual que muchos compañeros, solo realizamos nuestra labor y los pocos pesos que ganamos por ello, es de manera honorable y honrada.
Vaya con el Presidentito qué de todo tiene miedo, tan grande es su miedo qué utiliza al pueblo para espiar al pueblo; pero la vida sigue, su mandato terminará, y aquellos que espían, en su momento serán espiados, así es esto.
