Raúl Flores Martínez.
Nuevamente Guerrero y Michoacán, son el foco de atención de la violencia que se desarrolla por el crimen organizado qué sigue haciendo de las suyas en estas dos entidades del país.
De acuerdo con la Información Filtrada de algunos mandos de las policías estatales de estos dos estados, señalan que Guerrero y Michoacán han sido cedidos al crimen organizado, esto bajo el factor del pago del apoyo en las elecciones para las gubernaturas.
Es claro que el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Viagras, La Familia Michoacana, Caballeros Templarios, se disputan el cobro de piso a aguacateros, limoneros, transporte público, incluso a los expendedores de pollo; cinco organizaciones criminales que, de acuerdo con documentos de la Sedena, desde hace más de 20 años han operado y seguirán operando con impunidad.
En el caso de Guerrero, los municipios de Chilpancingo y Tixtla están bajo el yugo de Los Rojos y Los Jefes, además de Los Ardillosel, Cártel del Sur, quienes mantienen una pelea por el control territorial y las rutas de trasiego de drogas, donde cuentan con la influencia de las Coordinadoras Regionales de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF) y la Policía Comunitaria por la Paz y la Justicia.
En municipios de Leonardo Bravo, Eduardo Neri, Heliodoro Castillo y Chilpancingo, el Cártel de la Sierra, quienes tienen una confrontación directo con el Cártel del Sur, por el control de las rutas de trasiego, así como el acopio de la droga que se produce en la Región Centro y el cobro de cuotas a las mineras.
En el caso del municipio de Iguala, el Cártel de la Sierra pretende tomar el control del lugar, por lo que se ha generado una disputa en contra de la escisión de Guerrero Unidos.
Estos grupos criminales están desatados, no tienen control sobre de ellos, grupos que el propio gabinete de seguridad sabe quiénes son sus líderes, lo peor, saben dónde localizarlos; sin embargo, están bajo el amparo de la impunidad de la 4T y del Presidente, quién ha señalado en múltiples ocasiones, que son buenas personas.
No cabe duda de que Guerrero y Michoacán, están a fuego lento, están en la antesala de convertirse en un estado cooptado por el crimen organizado, casualmente Evelyn Salgado de Guerrero y Alfredo Ramírez Bedolla de Michoacán, están señalados por tener vínculos con el crimen organizado, será cierto, quizá esperemos con el paso de los años para saber la verdad.
