La secta obradorista. Una guía para identificar sectas de hoy

Jorge Miguel Ramírez Pérez

Jorge Miguel Ramírez Pérez.

Muy interesantes dos documentales de Netflix sobre sectas: “La oscuridad de la Luz del Mundo” y “Cómo se convirtieron en líderes de Sectas”, ambas producciones son dos elocuentes y didácticas muestras de la formación y desarrollo de esta perniciosa tendencia al engaño masivo.

El estudioso británico Michael Burleigh por su parte, en los diversos libros que ha difundido demuestra como surge el fenómeno de la “religión política” como manifestación enajenante de la manipulación de líderes que estructuran un sistema de creencias en distinción de un sistema de racionalidades e ideologías, porque lo que se persigue es adquirir seguidores enceguecidos, que pierdan sus capacidades analíticas de la realidad y solo admitan ver, desde la perspectiva de un sujeto engañador que los maneja a su antojo e intereses de poder personal. Este caso, que se aplica a México, revela un deslizamiento de una corriente ideológica política que se convierte en una religión, en una secta política. La gente no razona, solamente cree.

La secta la Luz del Mundo, una amalgama de interpretaciones erráticas del fenómeno religioso se centra en la adoración de un líder con perfil criminal, Naasón Joaquín García, que proviene de una dinastía también criminal, su padre y abuelo, en la que el abuso y la manipulación es tan efectiva que han desposeído de la capacidad de discernimiento y voluntad propia a masas enervadas en éxtasis colectivos, que los hacen dependientes mental y materialmente de tales expresiones.

La secta fue por décadas terreno fértil del priísmo jalisciense, y en la medida de su crecimiento aliada a los autócratas de ese partido en Veracruz, en Edomex y en otras entidades donde desde entonces, sistemáticamente, ofrecen al poder el voto zombi de sus feligreses a cambio de curules en la cámara. En este gobierno saliente, como parte de la herencia del poder de Peña Nieto a Obrador, la secta alineó su membresía a Morena bajo el mismo esquema de recibir curules a cambio; con ventajas adicionales: en el 50 aniversario del criminal líder de la secta, les facilitaron el Palacio de las Bellas Artes en el 2020, hecho insólito para festejar el endiosamiento impúdico del delincuente. En esas fechas sus fechorías eran materia de rumores extendidos.

Asistieron a la proclamación apoteótica de Naasón Joaquín personajes sobresalientes del régimen obradorista, la gente de Claudia Sheibaum, encabezados por su segundo en el mando capitalino, Martí Batres hoy jefe de gobierno de la Ciudad de México. El apoyo incondicional de las autoridades del INBAL y obviamente de la secretaria de Cultura, Alejandra Fraustro; indica que fue una autorización con el beneplácito de Obrador, líder de la secta política en la que solo él, y nadie más, autoriza hasta lo mas insignificante. El evento bajo el auspicio del poder, evidenció que los manipuladores se entienden, comparten antivalores coincidentes. Sólo que Naasón ya está en prisión, por lo pronto. La otra secta está por salir del poder.

En su libro El Poder de las Sectas, p.32 el periodista español y estudioso del tema Pepe Rodríguez, destaca diez características de las sectas, de las que añado un breve comentario:

1) “Ser un grupo cohesionado por una doctrina religiosa o social demagógica encabezada por un líder carismático que pretende ser la misma divinidad o un elegido de ella, o bien, un poseedor de la “Verdad Absoluta” en cualquier ámbito social” Esta característica es propia del obradorismo, la doctrina es aceptada incondicionalmente, no admite titubeos, son mis datos contra todos los demás datos, mi verdad es absoluta, en la que no se va a cambiar ni una coma, como indicó a sus seguidores diputados en las propuestas de ley. ¿cómo que la ley, es la ley? No hay más ley que la que Obrador imponga. Clarísimo.

2) “Tener una estructura teocrática, vertical y totalitaria, donde la palabra de los dirigentes es dogma de fe. Los líderes intervienen hasta en los detalles mas íntimos y personales de sus adeptos y exigen que sus ordenes sean ejecutadas sin la menor crítica”. El gabinete obradorista no tiene voz propia, no pueden nombrar a ningún colaborador, no pueden decidir ninguna acción o programa, nadie puede tener otra opinión ni los miembros de su gobierno, ni los medios de información. Nadie. El tlatoani decide todo, hasta el tipo de bodas de sus subalternos, el caso de César Yáñez; nadie osa contradecirlo, como dijo el gobernador de Sinaloa, “No sé lo que dijo el presidente, pero lo que haya dicho eso voy a hacer”. Sus seguidores renuncian a razonar.

3) “Exigir una adhesión total al grupo y obligar (bajo presión psicológica) romper con los lazos sociales anteriores a la entrada al culto: padres, pareja, amigos, trabajo, estudios, etcétera”. Los seguidores rompen con sus amigos y familiares por defender el culto a Obrador, dejan sus partidos y compromisos, se convierten en sujetos de dominación del obradorismo. Recientemente Claudia Sheibaum se ve obligada a no contrariar a Obrador, y prefiere desdeñar su compromiso cultural con la comunidad judía de donde pertenece, guardando silencio del ataque criminal contra Israel. Debe elegir entre estar con su grupo de origen, familia y cultura o sumarse a Obrador, con claras inclinaciones a darle la razón a los terroristas de Hamás.

4) “Vivir en comunidad o en total dependencia del grupo”. Ante el obradorismo no hay salidas ni combinatorias, o te alineas o quedas fuera totalmente. Así quedará Marcelo Ebrard o Ricardo Mejía el que competía con Armando Guadiana, no hay razonamiento, no hay reglas, ni constitucionales, como la propuesta para Veracruz de Rocío Nahle, depredadora de la política energética.

5) “Suprimir las libertades individuales y el derecho a la intimidad”. Mas claro que el agua, las políticas de la ideología de género apoyadas 100% por este gobierno, pretenden derrumbar la privacidad de las personas. Lo mismo falsear y denostar las libertades individuales, de derecho a la libre expresión, a la educación de los padres sobre los hijos, a las libertades religiosas, etc.

6) “Controlar la información que llega hasta sus adeptos, manipulándola a conveniencia” Esta característica la calcaron estructurando las mañaneras donde se falsea la información y donde se difunde una “lista negra” de las expresiones libres que desagradan al líder.

7) “Utilizar sofisticadas técnicas psicológicas y neurosicológicas enmascaradas bajo la “meditación” o el “renacimiento espiritual”, que sirven para anular la voluntad y el razonamiento de los adeptos; causándoles, en muchos casos, alteraciones psíquicas graves” En este caso no son tan sofisticadas las limpias chamánicas y los rituales de Obrador y los suyos, invocando a los dioses de los antepasados en los rituales de ocultismo “poder y del bastón de mando”, con vivas a la Fraternidad Universal y a las tergiversaciones del cristianismo. Su llamado a una “revolución de las consciencias” que no se explica, sino que expone como frase sin contenido, para justificar que hay algo místico de fondo en su pensamiento primitivo.

8) “Propugnar un rechazo total de la sociedad y sus instituciones. Fuera del grupo todos son enemigos (polarización entre el Bien/Secta y Mal/Sociedad), la sociedad es basura y las personas que viven en ella solo interesan en la medida que pueden servir al grupo”. Exactamente así sucede con el obradorismo, hay una división profunda de los mexicanos, y los que no son obradoristas estorban, son basura, por lo que hay que destruir sus programas, sus leyes, sus instituciones, solo hay que recordar la frase rabiosa: ¡al diablo las instituciones!

9) “Tener como actividades primordiales el proselitismo (conseguir nuevos adeptos) – realizándolo de forma encubierta e ilegítima- y la recaudación de dinero (cuestaciones por las calles, cursos, actividades comerciales, industriales e incluso, en algunos grupos, actividades claramente delictivas)” En este punto los adeptos cooptados son de otros partidos, porque les representan beneficios en apoyo a la entrega del poder; mediante la traición que es un proceso clandestino. De pronto funcionarios, gobernadores, diputados, líderes de partidos se convierten a la secta obradorista y obtienen prebendes. Respecto a las finanzas la secta tiene dos vías poderosas, el presupuesto nacional y las cooperachas al crimen organizado.

10) “Obtener bajo coacción psicológica, la entrega del patrimonio personal de los nuevos adeptos de la secta o de grandes sumas en conceptos de cursillos y auditorías. Los miembros que trabajan en el exterior tienen que entregar todo o gran parte de su salario a la secta…” Esto es muy evidente cuando se conoce que diezman a la gente en su salario para apoyar la causa obradorista como si ha acreditado con la actual gobernadora de Edomex, Delfina Gómez, que por sus ineptitudes hasta en lo criminal, fue sorprendida en este hecho delictivo, pero que no excluye a los demás miembros de la secta, que han sido mas cuidadosos en exaccionar a los trabajadores y las empresas contratadas.

Rodríguez escribió su libro en 1989, sus análisis e información tienen una vigencia sorprendente, porque revela que el obradorismo no es propiamente un populismo porque, aunque recurre al manejo demagógico del poder sus metas se inscriben en propósitos de mucha mayor manipulación. El obradorismo es una secta, y como toda secta es perniciosa.

Por ahí acaba de escribir Ricardo Pascoe, sobre la necesidad de analizar las estrategias del obradorato para entender sus alcances y pretensiones destructivas. Propongo que el análisis de sectas sea uno de los estudios sustanciales para entender esta corriente maligna que padece México.

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