Raúl Flores Martínez.
Conforme avanzan las campañas políticas, el foco se centra en las Presidenciales, sobre todo en los temas nodales, cómo el problema hídrico y el calentamiento global que no importó en este sexenio a cargo de Andrés Manuel López Obrador.
Temas qué no son tomados muy en cuenta por los tres candidatos a la Presidencia del país, sobre todo si tomamos en cuenta el Informe “Opinión pública internacional sobre el cambio climático, 2022” de la Universidad de Yale, donde señala que los mexicanos tienen un alto nivel de conciencia sobre el cambio climático y sus impactos actuales y a largo plazo.
El 91 por ciento de los encuestados tiene algún grado de conocimiento sobre el cambio climático, mientras que el 97 por ciento está preocupado por este; sin embargo, en el estudio Coalición Potential Energy, se da a conocer que los mexicanos consideran que hacer frente a la crisis climática es una responsabilidad compartida.
El 38 por ciento de los mexicanos considera que el gobierno debería ser el mayor responsable de reducir la contaminación que causa el cambio climático, mientras que el 39 por ciento opina que deberían ser los individuos y el 20 por ciento que las empresas.
Con estos puntos, debe de quedar claro que los Presidenciables deben tener propuestas con planes basados en ciencia que son urgentes y necesarios para el bienestar de las presentes y futuras generaciones.
Un voto bien informado es la manera en que los ciudadanos hacen su parte, actúan y contribuyen a construir soluciones a temas tan complejos como el cambio climático y la transición energética.
Para esto los candidatos deben de tener estrategias que hagan una transición energética bien planeada puede crear oportunidades económicas y beneficios sociales frente a los riesgos que ya enfrentamos por la inseguridad energética.
Hasta el momento, no hay luces de un cambio en las estrategias de las energías en México. En el caso de Morena, Claudia Sheinbaum, seguirá con la misma dinámica de la Cuarta Transformación qué prefieren las energías fósiles, es claro que en su programa electoral, se menciona que a partir de 2024 la transición energética debe convertirse en una de las prioridades del desarrollo nacional.
Para Xóchitl Gálvez la energía es un recurso esencial para fomentar el desarrollo integral de México, mejorando la seguridad, la salud, la educación y la oferta de empleos bien remunerados. La política energética que promuevan deberá basarse en tres principios transversales: el respeto al Estado de derecho, la transparencia y la rendición de cuentas, y la alineación con la política social, con el fin de garantizar que la energía sea suficiente, limpia y económica para todos.
Así las principales propuestas que hasta el momento, no se sabe si están sustentadas o están fuera de la realidad, algo que debemos esperar en los próximos meses o años.
