Rubén Cortés.
Nahle fue siempre, junto a Sansores y Sheinbaum una escudera férrea del actual presidente. Y, con ella, va la tesis de “raspa la piel de un extremista y encontrarás debajo a un oportunista”, escrita por Lenin en La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo (1920).
Como jefa de los diputados de Morena, antes de llegar al gobierno, Nahle fue un látigo contra “la corrupción agudizada de Enrique Peña”. Pero, ya en el poder y como secretaria de Energía, se hizo de cinco propiedades por 100 millones de pesos.
El presidente premió a su extremista cancerbera poniéndola donde había: a dirigir la construcción de la refinería de Dos Bocas, que dijo que iba a costar 47 mil 200 millones de pesos, pero ya va por 153 mil 600 millones de pesos. O sea, tres veces.
Y da la coincidencia de que, mientras por las manos de Nahle pasaban 153 mil 600 millones de pesos, le aparecieron cinco nuevas propiedades por 100 millones de pesos, en lugares de alta plusvalía. Es como para pensar mal. ¿Dónde las tiene? Veamos:
–Casa en el fraccionamiento “El Dorado” en Boca del Río, Veracruz (Valor estimado de la vivienda en 50 millones de pesos).
–Departamento en San Pedro Garza García, Nuevo León (Adquisición liquidada con un valor de 28 millones de pesos)
–Casa en Villahermosa, Tabasco, en el fraccionamiento “El Country” (Valor real estimado entre 12 y 15 millones de pesos solo por la edificación, a pesar de que en su declaración patrimonial de 2019 se indicaba un valor de dos millones de pesos).
–Terreno en “El Dorado”, Boca del Río, Veracruz (Adquisición por un costo de 4.9 millones de pesos).
–Departamento en Nueva York.
Sorprende que, mientras la refinería de Dos Bocas, al día de hoy, no ha producido un litro de combustible; los bienes raíces de Nahle se dispararon al alza en costosos terrenos, casas y departamentos en Veracruz, Tabasco, Nuevo León y Nueva York.
Pero no se puede olvidar que, además de los 153 mil 600 millones de pesos que pasaron por las manos de Rocío Nahle en la construcción de Bocas, Rocío Nahle manejo un presupuesto de 193 mil 200 millones.
Como titular de Energía, concedió 100 permisos de venta al público a dos empresas gasolineras propiedad de Jesús Rogelio Lemarroy González, presuntamente el mismo que le vendió el lujoso depa en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Y, como cereza de pastel, Rocío Nahle y su esposo José Luis Peña tienen cuatro cuentas bancarias con más dos millones de dólares en paraísos fiscales de Bahamas e Islas Vírgenes, según documentos del FBI.
Sí: raspa la piel de un extremista y encontrarás debajo a un oportunista.
