Raúl Flores Martínez.
El enojo de los colectivos de madres buscadoras de la ciudad de México, no sé hizo esperar contra Cecilia Flores por haber dado una alerta de un crematorio entre los límites de las alcaldías de Tláhuac e Iztapalapa qué por un día y medio puso en jaque a las autoridades capitalinas.
A través de sus redes sociales, la madre buscadora de Sonora puso la alerta en autoridades; sobre todo a los grupos de madres buscadoras de la capital del país y Estado de México, porqué surgió una esperanza de encontrar a sus seres amados.
En una plática que sostuve con Jaqueline Palmeros, líder del Colectivo Una Luz del Camino, el disgusto que se tiene en este momento contra Cecilia Flores, es por la forma del anunció, sin pensar en las familias de cientos de personas desaparecidas en la capital del país.
Aclaró que no tiene el gusto de conocer a Ceci Flores, que la respeta; pero aseguró que no es válido que se juegue con las esperanzas de los familiares; sobre todo sin pruebas.
Desde mi punto de vista de periodista, algo aquí salió mal, algo que no cuaja entre las diversas hipótesis de la llamada anónima o de una familia qué denunció que en las inmediaciones del volcán Xaltepec, se había localizado un crematorio ilegal, dónde habían desaparecido a personas.
Algo que esta denuncia o esta familia debe de saber, es que para que haya sido un crematorio clandestino, se necesitan de 760 a mil 150 grados centígrados de fuego, algo que no se da con una simple fogata, para ello se necesita litros y litros de combustible, principalmente de diésel, lo que ocasiona una alumbrada gigantesca y algo más importante, el olor de carne se olería a kilómetros de distancia, todos se darían cuenta por estar cerca de una zona urbana.
¿Qué fue lo que desencadenó una denuncia de este tipo? Sobre todo, no es posible y lo comento con respeto, cómo es posible que una sola persona tenga el poder de movilizar dos corporaciones y se pusieran a trabajar, algo que todos los colectivos de la capital del país no han podido hacer en años.
Lo cierto, es que en la capital del país al igual que en todo en México, las personas desaparecidas no son tomadas en cuenta, mucho menos a los familiares de las víctimas, aquellos que van de un lado a otro buscando a sus seres amados.
