Alejandro Rodríguez Cortés*.
La economía mexicana cosecha lo que Andrés Manuel López Obrador sembró en su gobierno: con datos oficiales de cierre 2024, se ha confirmado que nuestro país creció un promedio de 0.8 por ciento anual durante el sexenio anterior.
Otra promesa incumplida, otra mentira flagrante. Así como prometió terminar con la violencia y con la corrupción; igual que empeñó su palabra en mejorar el sistema de salud; tal y como hizo públicamente el compromiso de que el crecimiento económico fuera de 6 por ciento por cada año de su administración y juró solemnemente no incrementar la deuda pública, AMLO y su mal llamada Cuarta Transformación simplemente fallaron.
Hoy, la riqueza en México medida por habitante es más pequeña que en 2018 y 2025 inicia sin reservas presupuestales en medio de una crisis fiscal, la mayor deuda de la historia reciente y una franca recesión que no son reconocidas en el discurso oficial. Al contrario, la 4T sigue mintiendo todos los días, ahora en la voz de Claudia Sheinbaum Pardo.
En las mañaneras se oculta la catástrofe económica y se maquilla con un supuesto nivel bajo de desempleo, que engañosamente suma puestos de trabajo informales y oculta la pérdida de 400 mil plazas registradas en el IMSS al cierre de diciembre pasado.
Todo este escenario se configuró antes de que Donald Trump regresara a la Casa Blanca y desatara el infierno de amenazas arancelarias en contra de su principal socio comercial, nosotros. Las perniciosas consecuencias que eso traerá son futuras y no explican el desastre autoinfringido.
Hasta hoy, la recesión es culpa de la incompetencia e ideologización de un movimiento que le sigue apostando a la dilapidación de recursos públicos para comprar voluntades, simpatías y votos, en lugar de utilizarlos correctamente en políticas públicas de seguridad, salud, educación, infraestructura y fomento económico.
Lamentablemente, en una nueva edición de la película “Nos cayó como anillo al dedo”, Sheinbaum y su ejército de corifeos terminarán por reconocer esta crisis de 2025, pero culparán de ello a Trump y sus aranceles. Igual y como el farsante expresidente lo hizo hace 5 años achacando la caída económica a la pandemia mientras consumía vorazmente el presupuesto público en dádivas disfrazadas de apoyo social y en obras tan ostentosas como inútiles.
El traslado de responsabilidades en un México paralizado ha cambiado de destino. Los villanos ya no serán Calderón, García Luna, el COVID o Putin invadiendo Ucrania. Ahora el responsable de todo es y será Donald Trump.
Y mientras el presidente gringo culpe a su vez de todo a Biden y Obama, la cosa se pondrá aún peor para todos, porque por si fuera poco, la guerra comercial ha iniciado.
*Periodista, comunicador y publirrelacionista
@AlexRdgz
