Raúl Flores Martínez.
La sociedad mexicana se encuentra consternada y llena de indignación tras el caso de Lucio “N”, un joven de 18 años que abandonó a su hijo recién nacido en la calle Fuentes del Valle, en el municipio de Tultitlán. El hecho, captado por cámaras de seguridad y difundido ampliamente en redes sociales, ha reavivado el debate sobre la responsabilidad parental y las consecuencias legales de este tipo de actos.
La Fiscalía del Estado de México abrió una carpeta de investigación en contra de Lucio por los delitos de tentativa de infanticidio y omisión de cuidado. No obstante, especialistas en materia penal sostienen que el delito que se configura es abandono de incapaces, delito que compartiría con Diana “N”, madre del menor, quien, según las investigaciones, fue coautora del abandono. Esta implicación se sustenta en las conversaciones vía WhatsApp que sostuvieron ambos jóvenes.
La polémica también ha alcanzado a Diana, quien, según las autoridades, ingirió pastillas para provocar un aborto químico, el cual debe realizarse antes de las 12 semanas de gestación. Sin embargo, el bebé ya tenía más de 38 semanas, por lo que el único efecto fue acelerar el parto.
Las pastillas, que se venden sin receta y se utilizan comúnmente para tratar úlceras, gastritis y otras afecciones estomacales, no causaron daños al recién nacido, pero sí podrían traer consecuencias legales para la joven madre.
Mientras las autoridades determinan la situación legal de Lucio y Diana, el futuro del bebé quedó bajo la tutela del Estado. El caso ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde los usuarios han emitido su propio juicio moral, exigiendo justicia y un castigo ejemplar para los jóvenes involucrados.
Este lamentable suceso ha puesto en el centro de la discusión pública la falta de educación sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y la responsabilidad parental en México, así como la necesidad de endurecer las leyes para evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir.