¿La libre manifestación?

Raúl Flores Martínez.

Tres horas para robar, sería un buen título para una película o libro de ficción, desgraciadamente nada tuve que ver con la ficción; sino con la realidad de permitir a distintos grupos de anarquistas protegidos por el gobierno de la Ciudad de México.

Tres horas necesitaron los encapuchados para golpear, destrozar y robar, sin ser detenidos por las autoridades que, casualmente, nunca estuvieron por la zona del centro histórico.

La pregunta es simple ¿Por qué nadie detuvo a los encapuchados?

Estaban cometiendo un delito llamado robo que de haber estado ahí los elementos de seguridad, los encapuchados hubieran sido detenidos en flagrancia, algo que se busca en toda detención.

Hasta dónde debe ser permitida la libre manifestación, manifestaciones que terminan en robos, agresiones y desmanes que le cuestan miles de pesos al erario de la Ciudad de México, erario que subsiste con los impuestos que a usted le quitan o descuentan.

La nueva normalidad, es esta “desmanes, robos y agresiones” que son toleradas desde Claudia Sheinbaum, que solo se la pasa en las redes sociales hablando de la granizada que azotó la capital del país.

Quién será el funcionario que ponga en su lugar a estos vándalos que bajo el argumento de que las tiendas robadas tiene seguro, se les devuelve lo perdido en el robo.

Pero hay algo que no saben y no alcanza a entender la estupidez de estos anarquistas, tanto trabajadores, como dueños del negocios saldrán perdiendo, más en una etapa de la vida cotidiana afectada por la falta de ventas por la pandemia del Covid.

Todo tenemos derecho a manifestarnos, pero también tenemos el derecho a exigir la aplicación de la ley contra los delincuentes; de no ser así, entonces la ley en la cdmx, no se aplica parejo.

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