Marissa Rivera.
Los días pasan y la incertidumbre crece cada día. La cotidiana y terrible duda de lo que vendrá mañana.
¿Crecerá la cifra de muertos y contagios? ¿Se aplanará, por fin, la mentada curva? ¿Cuántos empleos más se perderán? ¿Cuántas empresas ya no regresarán después de la cuarentena? ¿Cuántas familias sufrirán económicamente? ¿Cuántas mujeres serán asesinadas?
Hay miedo. Es difícil pensar que alguien no lo tenga. Algunos de contagiarse de Covid-19; otros a la “nueva normalidad”; unos más a perder el empleo. Difícil panorama por lo que vendrá para la economía de nuestro país, ya de por si vilipendiada antes de la pandemia.
Leía hace unos días una publicación en Facebook que decía que la cuarentena ha sido como una “montaña rusa”. Nada más cierto, así han viajado las emociones en tiempos de pandemia.
Llevamos 66 días de confinamiento y desde el primero no paran las malas noticias. No dan tregua.
Ojalá realmente estuviéramos de salida y ya “domada” la pandemia, como dice el presidente. Porque parece que todavía estamos muy lejos de encontrar esa la luz en el interminable túnel de la emergencia sanitaria.
En el polémico y maniqueo aplanamiento de la curva, las cifras de contagios y decesos, siguen creciendo. Los hospitales enfrentan la saturación natural de un sistema de salud que arrastra carencias de gobiernos anteriores.
Tan solo en las últimas 24 horas, 501 muertos y más de 3 mil 400 contagiados. El mayor número de muertos desde que apareció el primer caso de contagio en nuestro país, y esto a unos días de salir a la “nueva normalidad”.
Sí, sobran las malas noticias y en el tema de la violencia contra las mujeres, llegan una tras otra.
En las últimas horas, en Nayarit fueron asesinadas dos mujeres. En el interior de sus casas, ahí las atacaron. A Diana Carolina Raygoza, le hicieron 39 heridas en el cuerpo, tenía 21 años, era estudiante de la Universidad Autónoma de Nayarit, ya había denunciado acoso. Leonila de la Cruz Pancho tenía 35 años y fue asesinada. Se responsabiliza a su esposo, aunque la investigación está abierta.
En México, entre 10 y 11 mujeres son asesinadas, diario. Miles son violentadas física, emocional, psicológica y económicamente, y durante el encierro por el “Quédate en Casa”, la violencia creció.
El mes pasado fue el más violento, desde que se tiene registro, en 2015. Se registraron 267 homicidio dolosos contra mujeres (solo los denunciados). Además, 70 feminicidios en el mismo mes de abril, solo los tipificados como tal, ya sabe, todas las trabas legales que hay y el pánico que tienen los gobiernos para hablar de feminicidios.
En los primeros cuatro meses hubo 987 homicidios dolosos y únicamente se consideraron como feminicidios 308.
Estas cifras y las más de 21 mil mujeres que llamaron al 911 para pedir ayuda, únicamente durante el mes de abril, evidenciaron que la violencia hacia las mujeres durante la cuarentena, si aumentó.
Negarlo, ofende. Negarlo, invisibiliza a las víctimas. Negarlo, provoca más agresión y aumenta la impunidad del victimario.
Frente a esta otra lamentable pandemia, el gobierno federal lanzará la campaña #CuentaHasta10.
“Antes de que te desesperes, cuenta hasta diez y saca la bandera blanca de la paz”. No es broma. Así dice la campaña que pretende frenar la violencia irracional contra las mujeres, en casa.
¿Usted qué piensa?
