¿Chantaje o berrinches del señor Bonilla?

Isaías Villa González*.

Para el caso da igual. Quien conoce a Jaime Bonilla, Gobernador de Baja California, sabe de su carácter arrebatado y veleidoso, pero también de su pragmatismo y ambiciones que lo llevan a no dar paso sin huarache.

Más allá de diversos escándalos y burlas a la ley, solapados por su relación con el Presidente AMLO, hoy sorprende sus enfrentamientos con autoridades federales de salud.

Son varias torceduras de la ley que le han sido permitidas: su inelegibilidad como Senador y luego como Gobernador, por su nacionalidad gringa y su falta de antigüedad de residencia (vivía en San Diego); el derroche de recursos y rebase del tope de campaña 2019; el uso de la estructura de los servidores de la nación a su favor en dicha campaña; y la inverosímil reforma para ampliar el período de la gubernatura de dos a 5 años luego de las elecciones, tema que se litiga todavía en la SCJN.

Hay un antecedente de desencuentro allá por fin del año pasado, con el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, a quien llegó a decirle “enano” por no concederle una asignación de presupuesto que Bonilla exigía. Para “compensar” éste inventó nuevos impuestos locales: cargas a la industria hotelera, a distribuidores de gasolina y el impuesto a la nómina de las empresas, que pasó del 1.8% al 3%. Así se las gasta, pues.

Ahora Bonilla vuelve a la palestra nacional confrontándose con autoridades de salud federales. En días pasados se suscitó una polémica sobre la situación sanitaria en Tijuana. El comediante Eugenio Derbez, en un video difundido el 13 de abril, leyó una carta que denunciaba la falta de equipo y materiales en la Clínica 20 del IMSS, de Tijuana, BC. Esa noche la Delegada del IMSS en BC, Desireé Sagarnaga intentaba desmentir las denuncias como fakes news. Pero al otro día, martes 14 de abril, el gobernador Jaime Bonilla expresaba “en realidad el Seguro Social en BC no se aplicó”; aseguró que los médicos y enfermeras “están cayendo como moscas” porque no se les ha proporcionado los equipos e insumos necesarios para protegerse del COVID19. Responsabilizó a la Delegada Sagarnaga por no aplicarse, y propiciar brotes intrahospitalarios, ya que personal del IMSS también labora en el Hospital General de Tijuana. El propio Zoé Robledo, Director del IMSS, tuvo que entrar al quite, diciendo que no están desbordados y que estaba hablando el tema con el gobernador por teléfono, sin ofrecer datos puntuales de compromisos con el Estado.

Ayer, el gobernador Bonilla arremetió, esta vez contra el subsecretario Hugo López Gatell, al subrayar la discrepancia de cifras que tienen: mientras el gobierno de BC registra 72 muertos, las autoridades federales solo reportan 31. ¡130% de diferencia! “Están dosificando la información porque no la están publicando como es”, añadiendo “es una combinación de incompetencia y desinformación, muy grave”. A ello, horas más tarde López Gatell, vocero federal sobre la pandemia, no tuvo más remedio que esconder la responsabilidad declarando “respecto a los 32 gobernadores es que merecen todo nuestro respeto; son la autoridad sanitaria en cada estado”. Es decir, refuerza implícitamente lo que ya ha sido múltiples veces denunciado: el gobierno federal hace estimaciones, no registros estrictos, y manipula las cifras a conveniencia.

Muchos se preguntan ¿por qué Jaime Bonilla, ferviente morenista, protegido de AMLO, hace estas críticas contundentes al gobierno de la autollamada 4T? Está tratando de evadir responsabilidades, evidentemente, y busca presionar, sin duda. Baja California es la tercer entidad en número de infectados (536 confirmados, 918 sospechosos), solo superada por la Ciudad de México (2 080, 2 832, respectivamente) y el Estado de México (754, 1318), cifras al viernes 17 de abril. La frivolidad e irresponsabilidad del gobierno de Bonilla le hace prevenirse, frente a las dimensiones locales de la pandemia. Se puede argüir también la vecindad con Estados Unidos; pero ningún otro Estado norteño tiene tales números.

Hay además otros datos, no diferentes sino adicionales: Bonilla está confrontado con Zoé Robledo, porque relevó a Salvador Morales Rubí como Delegado del IMSS en la entidad, con quien trascendió el gobernador habría acordado le condonaría alrededor de 70 millones de deuda por cuotas de sus trabajadores, a su compadre, el empresario agrícola Arnulfo Silva.

Finalmente, Bonilla no deja de presionar para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva a su favor y sean 5 los años de su gubernatura. Sería el descrédito total de esa institución, pero en tiempos de la 4T ya no se sabe. O en una de esas le sale a Jaime Bonilla el tiro por la culata. 

*Consejero Nacional del PRD.

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