Rubén Cortés.
La agenda liberal del partido gobernante no existe: al contrario, se trata de un partido mucho más conservador que el PAN más doctrinario, cuyos estatutos relacionados con “Persona y libertad” reproducen la definición religiosa da la vida y la muerte.
El penúltimo capítulo del estrecho modelo mental de Morena es su propuesta legislativa de castigar con trabajo comunitario a las mujeres que aborten, cuando lo que tendría que legislar es que las mujeres decidan sobre su cuerpo con entera libertad.
Y, la vez, Morena estancó en las comisiones del Senado, la semana pasada, la enésima discusión de una iniciativa de ley que pretende normar el uso de la mariguana con fines personales, científicos y comerciales.
Así que están pasmados quienes llegaron a creerse el cuento de que México te diría en el actual sexenio un gobierno de izquierda por la proyección moderna de sus leyes, la participación ciudadana, protección del ambiente y la integración de las minorías sociales.
Por ejemplo, en la iniciativa para castigar con trabajo comunitario a las mujeres que aborten no elimina la sanción de seis meses a un año de prisión a las que aborten voluntariamente o consientan que las haga abortar, según el artículo 332, Código Penal Federal.
Lo peor es que su autora es una mujer, la diputada Jannet Téllez Infante, quien demuestra una insensibilidad un pésimo timing político y social: el hartazgo por el aumento de los feminicidios hace vivir un mal rato al gobierno emanado de Morena.
En el arranque del año, ese gobierno ha entregado malas cuentas en su lucha por bajar los niveles de violencia en contra de las mujeres, ya que en enero pasado fueron asesinadas 73 en todo el país. En 2019 fueron asesinadas mil 70.
La idea de la diputada de castigar a las mujeres que aborten (aunque ella pueda pensar que es un castigo mínimo) es un desatino estremecedor que llega a la Cámara de Diputados a una semana del paro nacional #UNDÍASINNOSOTRAS.
En otro tema en el que el partido gobernante muestra un talante retrogrado es en el de la legalización de la cannabis, el cual, no juguemos con las palabras, no pasará más allá del teatro de discutirlo y volverlo a discutir.
El presidente ya dio su veredicto la semana pasada:
“El 60 por ciento de los asesinatos se demuestra que están bajo efectos fundamentalmente de droga. Entonces necesitamos dejar en claro que las drogas, sobre todo las drogas de la actualidad, destruyen”.
Incluso, en plena discusión, la senadora de Morena Lucía Trasviña, salió con una barbaridad: “¿Estaban bajo el efecto de la cannabis Carlos Salinas cuando ordenó el asesinato de Colosio?” Es el nivel de algunos legisladores del partido en el poder: demencial.
Y alucinante.
