Jorge Miguel Ramírez Pérez.
No es una nota aislada la publicada este fin de semana en la Revista Proceso bajo el título “Vamos contra todos” en la que se advierte, que existen expedientes integrados por las autoridades estadounidenses en contra de altos funcionarios y mandos militares mexicanos de los dos sexenios anteriores al actual. El semanario cuyo origen se remonta al grupo que padeció las persecuciones contra la libertad de expresión de parte de un presidente del tipo narcisista y desquiciado, Luis Echeverría; siempre ha sido un referente en anunciar datos que ponen en la agenda el interés del poder, por operar asuntos significativos de la vida política. Hoy no es la excepción.
La publicación menciona a un funcionario mexicano “anónimo” que por las características que se dejan entrever, es un alto personaje de la Fiscalía de la República, alguien que toma decisiones o que es pieza clave para armar paquetes que relacionen a quienes desde su resorte como autoridades, tocaba combatir las transgresiones de la ley; y no solo no lo hicieron; sino que además, fueron elementos indispensables para cargar los dados a favor de alguno o algunos de los cárteles, que han asolado la paz en nuestro país. En otras palabras, intervinieron con doble mano negra, la de solapar el crimen y la de beneficiar a ciertos criminales en beneficio de otros.
El propio Mike Pompeo secretario de Estado de los EUA, ha reiterado que la limpia puede ser de raíz y las consecuencias por lo mismo, se entiende que le van a pegar no solo a la estructura criminal de ambos países, sino que el plan tiene una clara orientación para revelar el entreveramiento de los intereses delictivos junto con padrinazgos políticos, por lo que les alcanza y les sobra, para poner a temblar al más pintado de los sexenios de Calderón y Peña Nieto; y no se excluyen sus contrapartes en el norte.
Los pocos datos duros y la referencia a dos presidentes mexicanos, hacen pensar en esa contraparte estadounidense que estuvo en esos años en la Casa Blanca, y significativamente se centra en la presidencia de Barack Obama, el personaje de inclinaciones y educación musulmana -toda la primaria la estudio en Indonesia, posiblemente el país que mas odio y discriminación enseña contra los cristianos y otras formas de pensar diferentes a las del islamismo- lo que trae a la mesa de los catorrazos a un político con una gran capacidad de oratoria y en la misma medida, una enorme disposición para mentir y engañar a los ciudadanos, como lo hizo en el tema relevante de las promesas en materia de migración, lógicamente incumplidas, como él mismo lo preveía; propuestas sin sustento suficiente, que únicamente fueron estructuradas para ganar el voto de los ciudadanos de habla hispana o bilingües.
Por eso se adelanta que lo de García Luna como los señalamientos al exgobernador Sandoval, de Nayarit, no son anecdóticos; sino modélicos en los que se definen no solo a los facilitadores del gobierno central, como es el caso de un miembro prominente del gobierno federal, el primero de ellos; sino también se incluyen como nunca antes, las ramificaciones subnacionales y regionales, es decir las operaciones delictivas de gobernadores y exgobernadores que al amparo de sus fuerzas locales, servían con devoción al crimen organizado sobre todo en su fase de lavado de dinero.
Y a falta de una estrategia nacional, que obviamente no tiene el gobierno que reside en el Palacio Nacional; le van a entrar los miembros prominentes de la potencia, los funcionarios del presidente Trump, a hacer lo que por falta de valor, voluntad y conocimiento no pueden hacer los que en vano llegaron con 30 millones de votos, en la realidad inútiles, porque a la hora de gobernar, lo que se llama gobernar no sirven para nada, porque el miedo o los compromisos inconfesables tienen más peso.
Así que con el cuento que los grandes delincuentes matan, secuestran, envenenan y violan porque eran dizques pobrecitos y no tuvieron oportunidades de pasar la vida de baquetones como su presidente; que hasta la fecha solo se levanta temprano para escuchar a las seis de la mañana, que no se puede hacer nada con los maleantes porque tienen derechos humanos, más que sus víctimas. Para después de mareadores rollos y rifas sin importancia, irse a jugar béisbol o golf todos los días, como ha trascendido, mandando al país y sus problemas a freír espárragos, ya que al fin sus fanáticos le creen todo.
Lo que explica que una de esas fanáticas de su persona y hermana de uno de los asesinos del líder empresarial de México, Eugenio Garza, sea premiada con el puesto que va ayudar a los hampones en las pifias jurídicas, para que hagan lo que quieran porque parafraseando al libro de los Jueces: “en esa época no había rey en Israel, y cada quien hacía lo que bien le parecía”. Efectivamente en México si los estadounidenses no se decidieran como ya lo han decidido ir por todos, sobre todo los que permitieron que llegara un energúmeno cobarde a apoderarse del país, nadie lo haría.
El objetivo que, por supuesto es político, busca también atarle las manos a los políticos y féminas de la política estadounidense como la Hillary Clinton, el cerebro atrás de las violencias de género y de infamias como la de permitir la beligerancia del Estado Islámico, hoy por la calle de la amargura después de la sarracina que le dieron rusos y sirios, al quitarse de en medio las tropas de EUA. Porque la Clinton operaba con Obama como con Soros, permitiendo tanto la destrucción de Venezuela; como el fortalecimiento de policías de tercera como García Luna; que armaban obviamente con autorizaciones diversas del poder del gobierno demócrata, operaciones que confluían en fortalecer ciertos cárteles que ahora les estorban.
Porque en la recta final por la candidatura demócrata entre el quijote socialista, el desubicado de Bernie Sanders y Biden; este último sería el que nuevamente intentaría la regresión de los mecanismos de la Tía Hilaria, para destazar a la política estadounidense y corromper a los mexicanos, que de por sí somos risueños y para acabarla, nos hacen cosquillas.
Porque los políticos de México, están desinformados y creen en un mundo inexistente y mientras más fumado, más lo creen. Solo hay que recordar a unas señoras como la Margarita Calderón y amigas desubicadas, gritando porras a la Tía Hilaria en una convención que no les correspondía confundiendo al PAN con el partido Demócrata. Que ya fue un adelanto porque ahora se parecen, porque andan desde el CEN blanquiazul promoviendo la absurda ideología de género.
La limpia viene en los próximos meses y no va a quedar títere sin cabeza. AMLO lo sabe y anda muy preocupado. Entre los estrategas puede estar Giuliani amigo y cerebro de Trump, que dejó colgados de un clavo ardiendo, a los mafiosos de New York. Desde entonces poco se habla de ellos. Nada más eso se trasluce, una preocupación de fondo porque el que sirve a dos amos con uno queda mal, y con el otro peor.