Se desploma la popularidad de AMLO

Esta semana la Unión Europea excluyó a México de su lista de países seguros. 

En pocas palabras, y hasta nuevo aviso, los ciudadanos mexicanos no podrán ingresar a ninguno de los países que integran a la Unión. 

Estudiantes, empresarios y turistas nacionales, tendrán que guardar las maletas para cuando lleguen mejores tiempos. Y es que las naciones que integran el listado de países seguros fueron seleccionados conforme a tres criterios que son: 1. La cantidad de casos confirmados por Coronavirus reportados; 2. Las respuestas de cada gobierno ante la pandemia; 3. La existencia de reciprocidad entre estos países y los que comprenden la Unión Europea, es decir si los ciudadanos europeos pueden viajar a esos territorios.

Evidentemente, para el caso de nuestro país, las cifras desde el principio de la pandemia han sido cuestionadas, toda vez que el modelo Centinela, no convenció a especialistas ni académicos nacionales e internacionales. La misma OMS pese a incluir al Doctor Hugo López- Gatell en sus grupos de trabajo, ha cuestionado los registros de contagio y de muerte. Por otra parte, si se trata de evaluar las acciones de Gobierno, los errores y contradicciones han sido relevantes, y cuestionados por autoridades y medios internacionales, por lo que de igual forma estamos fuera de los parámetros de la Unión Europea. Finalmente, en lo que refiere a las pruebas, mapeos, y control de los contagios, nuestras autoridades se han negado a la aplicación de pruebas desde el inicio, y por lo mismo no hay mecanismos ni formas para controlar los contagios. 

Únicamente dos países de América son considerados por la Unión Europea como seguros, estos son Canadá y Uruguay. 

En suma, Europa solo admitirá a todos aquellos ciudadanos procedentes de países en donde el número de contagios sea similar o inferior, a la tasa que tiene la Unión Europea, por cada 100 mil habitantes en los últimos 14 días.

Y es que la Unión Europea tiene presente la tendencia de rebrotes durante las últimas dos semanas, así como la respuesta general a la Covid-19: pruebas, vigilancia, localización de contagios, contención, tratamiento. 

Así por lo pronto los mexicanos habremos de lidiar con tener restringida la frontera con los Estados Unidos, y ni hablar, las visitas al Viejo Continente por ahora, ni pensarlas. Este 2020 nos ha volteado de cabeza al mundo, y poco a poco con paciencia, ánimo y empeño, podremos ganar la batalla al Covid-19, y regresar de forma paulatina a la nueva normalidad. 

Tómelo con interés.- Como resultado de contradicciones, errores y un mal manejo de la Pandemia por COVID-19, en tres meses la aprobación a la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, se desplomó nueve puntos porcentuales, y la desaprobación aumentó de un 39 al 58 por ciento. Así lo registró la segunda encuesta 2020 de escenarios políticos, a cargo de GEA (Grupo de Economistas y Asociados), e ISA (Investigaciones Sociales Aplicadas), que analiza la aprobación y expectativas ciudadanas frente al Gobierno Federal. 

En las últimas semanas las mediciones de Consulta Mitovsky, y otras casas encuestadoras, marcan la misma tendencia cuando se celebra el segundo aniversario del triunfo de Andrés Manuel López Obrador. 

Los factores fundamentales para este resultado, han sido el grave deterioro de la economía de las familias, la inseguridad, y el alto riesgo de ser contagiados por el virus COVID-19. 

A lo largo de dos años de administración, la comunicación ha sido contradictoria sin un orden ni sustento, lo que se traduce en una pérdida de la confianza; cada día crece el descontento, y semana a semana se suman más ciudadanos a las manifestaciones y caravanas, que se han organizado en contra de López Obrador. 

Tómelo con atención.- Un cuerpo de élite que por muchas décadas recibió adiestramiento y equipamiento de vanguardia en Israel, y en los Estados Unidos. El Estado Mayor Presidencial fue blanco de críticas y condenas, a partir del triunfo electoral del 2018. 

Al asumir la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, se anunció su desaparición por los elevados presupuestos que se manejaban, en conjunto a que el cuerpo de élite era símbolo de poder, derroche, y prepotencia. De igual forma se subastaron cientos de vehículos blindados que se empleaban para el traslado de altos funcionarios. 

Al inicio de la auto llamada “Cuarta Transformación”, se ofreció que todo sería austeridad, no habría vehículos de lujo ni escoltas para servidores públicos. 

Hacia finales del año pasado, las cosas en materia de seguridad fueron cambiando en el país, aunado a resistencias del pasado, y a los errores en logísticas y tránsito de funcionarios, e invitados extranjeros. La presencia de Evo Morales en México, fue el primer evento que dejó entrever la reactivación del grupo de élite militar en materia de seguridad. La reincorporación de algunos elementos militares, a las ayudantías de la presidencia, y de algunos altos funcionarios fue una tendencia. 

Hacia finales del 2019 fue tendencia en redes sociales, imágenes del Presidente Andrés Manuel López Obrador saliendo de una cena en el Restaurante San Ángel Inn, en las que se observa la logística de seguridad del Primer Mandatario, apegada a las operaciones del Estado Mayor Presidencial. La giras del Presidente retomaron las camionetas blindadas y el acompañamiento de guardias presidenciales ahora llamados Cuerpo de Ayudantía. 

En las últimas semanas ya es una constante tras la pandemia por COVID-19,  observar a los integrantes del gabinete presidencial, en vehículos blindados y acompañados por Capitanes y Tenientes, que pertenecieron al Estado Mayor Presidencial, lo que es un extraño retorno del Estado Mayor Presidencial, que se evidencia más a partir del atentado a Omar García Harfuch. Atrás quedó la “Austeridad Republicana” y la “Pobreza Franciscana” del discurso presidencial. 

Twitter: @Fernando_MoraG

Facebook: Fernando Antonio Mora 

*Maestro  en  Comunicación Institucional por  la Universidad Panamericana. 

*Socio Fundador del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo. 

*Presidente de la Fundación Fernando Mora Gómez por la Libertad de Expresión.