Raúl Flores Martínez.
En México se tiene un refrán que versa “No escupas al cielo que en la cara te cae”; un adagio popular que le queda perfectamente a la Presidencia de la República y al mandatario Andrés Manuel López Obrador que siempre que tiene oportunidad habla de los montajes de Genaro García Luna.
Ayer la Fiscalía General de la República, dio muestra que también es buena para montar shows mediáticos o distractores para que se anuncie con bombo y platillo la detención del ex director de Pemex, Emilio “L” y anunciarlo como el trofeo de la lucha contra la corrupción de la 4T.
Sin embargo, hubo un pequeño detalle que es notable dentro del gobierno morenista, la falta de comunicación interna; mientras el propio Presidente Andrés Manuel, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; incluso el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto en el “chou” de todas las mañanas, aseguraban que Emilio “L”, había ingresado al reclusorio norte.
A la par la FGR enviaba a los medios de comunicación, un comunicado de prensa, donde se señalaba claramente que el extraditado, había sido enviado a un hospital privado que, hasta entrado el mediodía, nos enteramos que fue enviado al hospital Ángeles Pedregal vía aérea en un helicóptero de la misma FGR.
¿Qué necesidad? Qué necesidad de poner a un personaje encapuchado, siete camionetas, un vehículo y dos motocicletas que circularon desde el hangar de la FGR hasta el reclusorio norte para distraer a los medios de comunicación, mientras el “testigo” protegido con pago del erario público era trasladado a un hospital particular, el mejor en infraestructura y más caro del país.
¿Por qué? Porque Emilio “L”, no tiene el mismo trato que le dan a los demás detenidos que deben y tienen que curar sus enfermedades con paracetamol o en la clínica que se tiene dentro del reclusorio de Tepepan.
La 4T que tanto critica los montajes de Genaro García Luna, se exhibió, se dio a conocer que tienen las mismas mañas, esas mañas para distraer, disuadir y evitar que se den a conocer sus “arreglos” en lo oscurito.
Ahora falta que Emilio “L”, no pise el reclusorio y sea enviado a arraigo domiciliario para evitar ser contagiado de covid, además evite ser vecino del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien se encuentra recluido en el reclusorio norte.
