Raúl Flores Martínez.
Gran y espectacular fue la presentación del avión presidencial del sexenio del ex Presidente Enrique Peña Nieto, una aeronave comprada por el entonces Presidente Felipe Calderón por el incorruptible Andrés Manuel López Obrador.
Mientras el mandatario tabasqueño hacía la presentación de los “lujos” del avión, y sus múltiples huestes del gabinete y legisladores, le aplaudían como focas, los ciudadanos de Tamaulipas y Nuevo León, se ahogaban por los remanentes de la tormenta Hanna.
Con un presupuesto cero del Fonden, los diversos municipios de Tamaulipas y la ciudad de Monterrey, se quedarán sin el apoyo gubernamental Federal por la falta de recursos que se tenían destinados para las contingencias que dejan los fenómenos climatológicos.
Qué pasará ahora con estos afectados; es un hecho, que los recursos de los gobiernos estatales, no alcanzarán para apoyarlos y reconstruir caminos, puentes e infraestructura urbana afectada.
Hasta dónde llegará la cerrazón del señor López Obrador, hasta dónde llegará ese afán de ser el mejor demostrando una tremenda insensibilidad para los ciudadanos, la burla de la presentación de un avión en medio de una pandemia que ha dejado hasta este día 44 mil 22 personas muertas.
Una insensibilidad para enviar la ayuda necesaria, incluso para estar en un recorrido para evaluar los daños, recordemos que estamos en la temporada de huracanes del presente año, y esto, solo es un ejemplo de lo que puede pasar en los próximos meses.
Algo que no se ha percatado el Presidente y su gabinete que estos dos estados, tienen un alto grado de crimen organizado, Cártel del Noreste, Golfo y los restos de los Zetas, quienes pueden aprovechar la desgracia de las personas para poder captar nueva base social con los apoyos que puedan brindar.
Recordemos que en meses anteriores los grupos del crimen organizado aprovecharon la pandemia para expandir su base social; sin lugar a dudas, esto lo harán también, sobre todo en Tamaulipas que es un estado vetado para el gobierno Federal.
Un ejemplo de esto, fue en el 2013 con el huracán Manuel que dejó devastado una gran parte de Acapulco, colonias inundadas y comunidades afectadas, donde algunas organizaciones criminales como el Cártel Independiente de Acapulco y la Barredora, mandó a sus sicarios a apoyar con despensas, dinero y material para los afectados antes que lo hiciera el gobierno del estado y Federal.
En próximas semanas, nos daremos cuenta de lo que harán los delincuentes, nuevamente serán los primeros en ayudar ganándole nuevamente la partida al gobierno de la Cuarta Transformación.
