BEIRUT.- Miles de personas se reunieron la tarde de hoy en el centro de Beirut para descargar su ira contra las autoridades por la devastadora explosión en el puerto de la capital libanesa, que dejó más de 150 muertos y unos 6 mil heridos.
“Venganza, venganza, hasta la caída del régimen”, gritaban los manifestantes.
Los manifestantes llegaron en masa a la plaza principal de la capital del Líbano colgando sogas simbólicas para que, dijeron, sean ahorcados los funcionarios por la explosión que devastó gran parte de la capital.
La explosión de miles de toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto, aparentemente provocada por un incendio, fue la más grande en la historia del Líbano y dejó a cientos de miles de personas sin hogar. Causó daños calculados de entre 10 mil y 15 mil millones de dólares
La catástrofe ha dejado al menos 158 muertos y más 6 mil heridos, de los cuales unos 120 en estado crítico, según el balance del sábado del Ministerio de Salud libanés.
La clase dirigente, compuesta en su mayoría por antiguos líderes de la época de la guerra civil, es responsabilizada por la corrupción generalizada, la incompetencia y la mala gestión que contribuyeron a la explosión del martes.
En una muestra de la furia de la gente, el presidente del opositor partido cristiano Kataeb dijo que sus tres legisladores han decidido renunciar al Parlamento por la tragedia, que calificó de “desastre”.
Sami Gemayel pidió a cada miembro “honorable” del Parlamento que renuncie y trabaje por el “nacimiento de un nuevo Líbano”.
En la tragedia también murieron 43 sirios, dijo la embajada del país en Beirut. Líbano es el hogar de alrededor de 1 millón de refugiados sirios.
El Ministerio de Relaciones Exteriores holandés dijo el sábado que Hedwig Waltmans-Molier, la esposa del embajador de Holanda en Líbano, también falleció.
La explosión coincidió con la peor crisis económica y financiera en décadas en el país, lo que dificulta que muchos puedan reparar dañadas propiedades.
Documentos que se dieron a conocer tras la explosión muestran que durante años las autoridades advirtieron que la presencia de 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto suponía un enorme peligro, pero nadie actuó para retirarlas.
Las autoridades se han estado culpando unos a otros desde la explosión, y 19 personas han sido detenidas, entre ellas los directores del puerto, de la agencia aduanera y su predecesor.
RESPALDO INTERNACIONAL
Respaldaremos a Líbano por todos los medios posibles”, dijo a reporteros Ahmed Aboul Gheit, secretario general de la Liga Árabe, que agrupa a 22 naciones, tras reunirse el sábado con el presidente Michel Aoun.
El domingo en Francia habrá una conferencia de donantes para Líbano en la que también participará Aboul Gheit
También el sábado, llegó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; mientras que el vicepresidente y el canciller turcos se reunieron con Aoun, diciendo que Ankara estaba lista para ayudar a reconstruir el puerto de Beirut y evacuar a algunos de los heridos a Turquía para que reciban tratamiento.
En el lugar de la explosión, en el puerto de Beirut, los rescatistas seguían buscando a decenas de personas que siguen desaparecidas desde el martes.
También se pudo ver bulldozers moviendo escombros cerca del enorme almacén de grano que sigue parcialmente en pie.
La ayuda internacional lleva días llegando a Líbano y se han instalado hospitales de campaña en la capital para ayudar a tratar a los heridos.