Raúl Flores Martínez.
Hasta dónde el gobierno Federal tratará de ordeñar el presupuesto y la desaparición de media estructura gubernamental para obtener recursos para sus programas sociales, hasta dónde aguanta el país.
Hasta el momento se frenó en la Cámara de Diputados la extinción de 109 fideicomisos, entre ellos el apoyo en casos de desastres naturales para ayudar a la población, se quitaron recursos para la salud, educación, etc.
Ayer simplemente los padres de familia de los niños con cáncer, fueron a interponer la segunda denuncia en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador por el recorte al presupuesto y sobre todo al desabasto de medicamentos que ha llevado a la tumba a más de mil 600 niños que tenían cáncer.
Muertes por covid que se suman a las más de 190 mil de acuerdo con investigadores de la UNAM; mientras las cifras “oficiales”, dan a conocer que 78 mil 78 personas han muerto por esta enfermedad.
Muertes por covid, por cáncer por violencia, desapariciones, son temas que poco a poco van marcando este joven sexenio, donde la terquedad y falta de una visión estadista llevará a la crisis a un deteriorado y golpeado país a la ruina, ruina que aguantó por años de distintos sexenios y esta cuarta transformación será el final.
Hoy en día solo basta ver los informativos, redes sociales para darnos cuenta que no todos están feliz, feliz, feliz, que hay estados aún cooptados por el crimen organizado, como es el caso de Guanajuato donde a pesar de la detención del “Marro”, la disputa por la plaza sigue en los más alto de la violencia.
Si hablamos de violencia, la que se espera para este día por parte de los grupos de anarquistas, será más fuerte, más sanguinaria, una venganza contra el gobierno de la transformación.
Aquí en este espacio lo escribimos, dijimos que los colectivos femeninos rompieron todo lazo con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Hace un par de días apenas se midieron fuerzas entre las feministas y las mujeres policía, este dos de octubre las cosas serán distintas.
Lo peor es que habrá más lesionados del lado de la autoridad, por la estúpida consigna de ser permisivos y humanistas ante estos grupos de choque que están entrenados para los desmanes.
Platicaba con un amigo que es mando de la Scotland Yard que hace años en la época de Calderón vino a México a dar capacitación a elementos de la extinta Policía Federal, sobre el tema de los anarquistas, fue una plática sencilla donde me dio su postura sobre estas mujeres encapuchadas.
“Nosotros tenemos nuestros protocolos de uso de fuerza que se aplica con fuerza contundente para someter en caso de recibir agresión de manifestantes o ciudadanos, lo que se vive en México, es una burla para todas las corporaciones de seguridad del mundo, dejar que sean golpeados por sus gobernantes, eso es un golpe a la dignidad del uniforme”.
Así nos ven desde un país de primer mundo, un país donde no se deja morir a los niños con cáncer, dónde no se le quita el subsidio a la salud, educación y sobre todo, no se denuncia penalmente al presidente en turno.
