La 4T: “Nos descubrieron; cancelen todo”

Alejandro Rodríguez Cortés

Alejandro Rodríguez Cortés*.

Parece que al gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación no le importa si se acaba la ineficacia en la función pública, ni la corrupción, el nepotismo o el tráfico de influencias. El asunto es difundir ampliamente aquellos casos donde los responsables son ajenos a la 4T u ocultar descaradamente la información si algún simpatizante a la causa –más aún, un familiar o algún personaje cercano al presidente de la República- está presuntamente involucrado.

La política de comunicación gubernamental ha hecho de las conferencias mañaneras un tribunal sumario donde se condena a los enemigos y se exculpa a los aliados; donde se ofrecen sacrificios públicos sin juicio previo, y donde se busca matar también a los mensajeros portadores de malas noticias, contrarias a la supuesta cruzada en pos de la purificación del país.

En dos años, hay ya varios ejemplos de ello, pasando por la exoneración de Manuel Bartlett y de Irma Eréndira Sandoval, señalados en la prensa inmunda como multipropietarios inmobiliarios, o incluso por el mismísmo hermano de Andrés Manuel López Obrador, Pío, exhibido como receptor de recursos ilegales para la campaña política del actual mandatario, en unos videos que fueron deshechados como pruebas jurídicas de delito alguno.

Pero lo de las últimas semanas ocupará un lugar especial en este muestrario de hipocresía política y desvergüenza mediática. Dos casos, dos: el del índice Bloomberg sobre cómo los países del mundo han manejado la pandemia, y el de los contratos otorgados por Petróleos Mexicanos a una prima hermana del presidente de México.

Al agravarse la última oleada de contagios en nuestro país por el virus del Covid-19, la agencia internacional de noticias Bloomberg elaboró y dio a conocer un listado de 53 países que fueron evaluados bajo distintas variables en cuanto a decisiones de política pública para enfrentar la pandemia del siglo.

Y como la noticia fue que México ocupó el lugar 53 del ranking, el último sitio, pues, el tema llegó al salón Tesorería de Palacio Nacional, donde el presidente López Obrador simplemente apeló a la poca penetración que esa empresa noticiosa tiene entre la población del país. Es decir, no desmintió lo que ahí se decía, sino simplemente exclamó que la mayoría de los mexicanos no tuvieron acceso a esa información.

Lo que escuchamos fue, claro y contundente: que no importan entonces los más de 100 mil muertos, ni el preocupante ascenso en número de contagios o la saturación hospitalaria con el invierno en ciernes, ni la necedad patológica de no llamar a la población a usar cubrebocas. No. Lo importante es que eso no se sepa. El pueblo puede seguir enfermando y muriendo, pero se mantendrá, en la ignorancia e ignominia de la masividad, feliz, feliz, feliz.

Y para apoyar la mascarada, ahí está el Poder Legislativo, desde donde sale una atroz propuesta para otorgarle la medalla Belisario Domínguez -el máximo galardón otrorgado por el Estado Mexicano- al farsante doctor Hugo López Gatell, responsable del vergonzoso lugar que ocupamos en aquella lista de paises del mundo.

Privilegiar la apariencia sobre la realidad.

Como la respuesta al señalamiento periodístico de que Felipa Obrador, prima hermana del presidente, es contratista de Pemex, y que en los últimos 2 años ha recibido adjudicaciones por más de 300 millones de pesos.

Primero, el obvio desdén presidencial cuando preguntó de dónde había salido esa información (era obvio que lo sabía), y luego la burla a la credibilidad del periodista -Carlos Loret de Mola- con risotadas de sus apologistas al calce.

Pero lo verdaderamente escandaloso llegaría al día siguiente, con un comunicado de la empresa petrolera que reconoció la veracidad de los contratos y que simplemente informó que estos se rescindirían.

Luego, una perorata en defensa de la supuesta defensa que hace este gobierno contra la corrupción y una queja por la poca empatía de los medios de comunicación hacia esos nobles esfuerzos purificadores.

Incluso, un tuit del ya impresentable zalamero y lambiscón Antonio Attolini que simplemente dispuso: “Listo….. a otra cosa”, en referencia al patético comunicado de Pemex.

O sea: “Nos descubrieron…..cancelen todo”. Y sigamos con la simulación, porque sin duda habrá otros casos por exhibir.

Cínicos desvergonzados.

*Periodista, comunicador y publirrelacionista

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