La cifras de personas muertas por Covid-19 en México superarían las 321 mil, casi un 60 por ciento más de la cifra oficial confirmada por pruebas diagnósticas (201 mil 429).
Debido a que México realiza pocas pruebas diagnósticas, y como los hospitales estaban sobrepasados, muchos mexicanos murieron en casa sin hacerse la prueba. La única forma de tener una imagen clara es revisar el exceso de mortalidad y los certificados de defunción.
De acuerdo con la agencia AP, el gobierno publicó discretamente los datos en un reporte el sábado, que asoció 294 mil 287 muertes al COVID-19 entre el inicio de la pandemia y el 14 de febrero. Desde el 15 de febrero se han producido otras 26 mil 772 muertes confirmadas con pruebas diagnósticas.
La nueva cifra estaría a la altura de Brasil, que ahora es el segundo país con más fallecidos por detrás de Estados Unidos. Pero la población de México, 126 millones de personas, es mucho menor que la de esos dos países.
El nuevo reporte también confirma lo letal que fue la segunda ola de contagios que sufrió México en enero. A finales de diciembre, las estimaciones de exceso de mortalidad eran de unas 220 mil muertes relacionadas con el COVID-19 en México. Ese número creció en unas 75 mil personas en apenas mes y medio.
También era llamativo el volumen del exceso de mortalidad total desde el inicio de la pandemia, unas 417 mil. El exceso de mortalidad se determina comparando las muertes en un año concreto con las que se habrían esperado en función de los datos de años anteriores.
Un análisis de los certificados de defunción determinó que en torno al 70.5 por ciento del exceso de mortalidad estaba relacionado con el COVID-19, a menudo porque se mencionaba en los certificados como factor o posible causa de la muerte. Pero algunos expertos dicen que el COVID-19 podría haber contribuido a muchas otras muertes porque mucha gente no pudo recibir tratamiento para otras enfermedades porque los hospitales estaban sobrepasados.
El expresidente Felipe Calderón tuiteó el sábado que “más de 400 mil mexicanos han muerto por encima del promedio de los años anteriores (…). Probablemente la cifra más alta del mundo”.
AP