Francisco Garfias.
El discurso de Morena es belicoso. Augura tiempos difíciles, peligrosos. No reconoce al árbitro electoral, a menos de dos meses de las elecciones más grandes en la historia del país.
Del presidente para abajo, descalifican al INE.
Ayer hubo un hecho que trajo a mi mente una reflexión del escritor de origen ruso, Isaac Asimov: “La violencia es el último recurso del incompetente”.
El incompetente, hoy por hoy, tiene nombre y apellido. Se llama Félix Salgado Macedonio. Está acusado de violación y de no presentar su informe de precampaña. Por lo último le retiraron la candidatura al gobierno de Guerrero.
Aún así se aferra a ser gobernador y amenaza con llegar “hasta donde tope”, si no le restituyen la candidatura. Lo dijo así en el mitin frente al sitiado INE:
“Que no le rasquen los huevos al toro porque nos van a encontrar. Si no se reivindican, los vamos a hallar a los siete, los vamos a buscar. Vamos a ir a ver a Córdova ¿No le gustaría al pueblo de México saber donde vive Lorenzo Córdova? ¿Cómo está su casita, cabroncito?”
Manifestantes: ¡Siiii!
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El festejo fuera del INE, convertido en campamento, se transformó en indignación en redes sociales.
Las palabras de Félix rayaban en lo ilegal: incitaban a la violencia.
La condena en redes sociales fue inmediata. Destacó la del analista José Antonio Crespo y su cita del artículo 131 del Código Penal Federal:
“Se aplicará la pena de seis meses a siete años de prisión y multa de hasta cinco mil pesos, a quienes para hacer uso de un derecho o pretextando su ejercicio… se reúnan tumultuariamente y perturben el orden público con empleo de violencia en las personas o sobre las cosas”.
La mismísima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se vio obligada a hacer un pronunciamiento sobre el tema. Escribió en twitter:
“Hago un enérgico llamado a mantener las diferencias dentro de la legalidad y el respeto mutuo, tanto a las instituciones, como a los servidores públicos”. Arrobó a Morena y al INE.
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Llegué a las instalaciones del Instituto a las 3 de la tarde. Me encontré a un Mario Delgado que no conocía. Enfundado en una playera guinda, con cachucha y cubrebocas del mismo color, el presidente de Morena fungía como maestro de ceremonias del mitin de Salgado. Repartía la palabra, presentaba oradores, opinaba.
Cuando llegó al mitin Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, aprovechó para golpear, por enésima vez, a los consejeros que votaron por quitarles la candidatura a Félix y al michoacano Raul Morón.
Se dirigió a Mier y a los diputados presentes:
“Les vamos a encargar que lleven adelante el juicio político contra esos traidores a la democracia”, dijo.
Entrevistado al final del mitin, Mier afirmó que desde hace tiempo hay una solicitud de juicio político en contra de los consejeros del INE en San Lázaro.
“No es contra la institución, es contra algunos consejeros que han confundido cual es la función y han asumido una actitud que es propia de la Inquisición”, puntualizó en entrevista.
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Camino al mitin me topé con el campamento que alberga la caravana que acompañó a Salgado desde Guerrero; pancartas, mantas por todos lados y una manifestación de centenas de persona que, según los oradores, representan al “pueblo de Guerrero”.
Cerca de la puerta principal había dos féretros simulados. Uno abierto con un dibujo de Córdova dentro y la leyenda “Asesino de la Demoracia ¡Fuera del INE!”.
El otro estaba cerrado. Era supuestamente el de Ciro Murayama. “¡Fuera los españoles, fuera los extranjeros!”, se leía en ese féretro.
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Hoy a las 18 horas sesionará el INE para tratar el tema del retiro de candidaturas que se hizo con base en el artículo 229.3 de la LEGIPE –Ley electoral– que ordena:
“Si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña, dentro del plazo antes establecido… no podrá ser registrado legalmente como candidato.”
Eso fue lo que hizo el INE. Apegarse a la Ley. Lo reconoció hasta el subordinado TEPJF que se achicó y devolvió la “papa caliente” al INE, con la recomendación de graduar la sanción. Pero Félix lo niega. Dice que no hizo precampaña.
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Termino la columna con una cita del fallecido Daniel Cossío Villegas dirigida a “los revolucionarios que no hicieron la revolución”, pero que aplica a los cuatroteístas de hoy:
“Al revolucionario puede juzgársele, ya con certeza, que es un magnífico destructor, pero nada de lo que ha creado para substituir ha resultado indiscutiblemente mejor.”
FIN.