Raúl Flores Martínez.
Resulta que la Fiscalía General de la República detuvo a 30 elementos de infantería de la Armada de México por estar supuestamente vinculados con desapariciones forzadas en Tamaulipas, en especial en Nuevo Laredo.
La denuncia presentada por Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, señalan que se han documentado alrededor de 21 hombres y dos mujeres en Nuevo Laredo de febrero al 16 de mayo de 2018 ante la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) con información de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que ha documentado las desapariciones a través de 14 denuncias.
Sin embargo, 14 denuncias presentadas, tres corresponden a Dafny Tamara Báez desaparecida el 3 de febrero de 2018 en las calles de Jesús Carranza y Zaragoza, César Eduardo Samaniego, quienes desapareció el 8 de mayo, cuando manejaba su auto Ford Mustang por el bulevar Paseo Colón y Glarifo Vázquez Hinojosa desaparecido el 7 de marzo.
Estas tres personas en sus perfiles de redes sociales, tienen fotografías posando con armas de grueso calibre, droga, aparatos de radiocomunicación e incluso chalecos tácticos y se dicen pertenecientes al Cártel del Noreste.
Estas son las desapariciones forzadas que les quieren etiquetar a los infantes de la Armada de México, que fueron destacamentados en algunos municipios de Tamaulipas con la finalidad de frenar la creciente violencia que se había desatado en el estado.
Dentro de los objetivos focalizados, estaba en su momento la captura de Julián Manuel Loisa Salinas, conocido como “El Comandante Toro”, jefe regional del Cártel del Golfo.
Uno de los grupos que fue enfocado a la cacería de este líder regional del crimen organizado, estuvo al mando del infante Erik Morales, alías “El Marino Loko”, quien con su célula de ubico y persigue hasta darle muerte a este capo de la droga en Tamaulipas.
Esto generó que los contras, el Cártel del Noreste, echará mano de uno de los ya conocidos activistas de Derechos Humanos que tiene amplia simpatía con el crimen organizado por los pagos que recibe para evitar que las autoridades hicieran sus operativos en Nuevo Laredo.
Este personaje, es Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo quien recibía semanalmente 5 mil dólares para esconder a integrantes de la organización delictiva en sus oficinas, realizar movilizaciones en contra de las Fuerzas Armadas e interponer denuncias contra los elementos militares.
Esto quedó plasmado en la averiguación previa AP/PGR/SEIDO/VEITA/073/2015 que se inició el 23 de marzo de 2015 con la detención de Ramiro Pérez Moreno, alias el “Ramas”, quien señaló directamente al presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos Vázquez, de recibir semanalmente 5 mil dólares.
Las declaraciones de Ramiro Pérez Moreno, alias el “Ramas”, “7-4”, o “El Rama”, jefe de Plaza de Nuevo Laredo, sucesor directo de Omar Óscar Treviño Morales, “Z-42” y/o L-42, detenido el 4 de marzo de 2013 en Nuevo Laredo, están sustentadas con los testimonios de Carlos Norberto Hernández Quilantar, alias el “Pato”, jefe de Plaza de Nuevo Laredo y Humberto Eleuterio Gutiérrez Martínez, alias el “Sonrics”, jefe operativo de la plaza de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Durante su declaración ante el Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), Pérez Moreno detalló el pago directo al presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo por incomodar a la SEMAR.
Esta información la dimos a conocer el 07/06/2018 en las páginas del periódico Excélsior (https://www.excelsior.com.mx/nacional/zetas-pagan-a-integrantes-de-derechos-humanos-en-tamaulipas/1243672), casi tres años después, siguen las investigaciones contra elementos navales.
Solo un pequeño detalle que lo sabe la FGR, pero no se atreve a investigar, son los vínculos que tiene Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo con el Cártel del Noreste, incluso la propia Semar dio diversas pruebas, como llamadas telefónicas y mensajes interceptados entre este activista con mandos en su momento de Los Zetas, ahora CDN.
Los propios funcionarios de la FGR, saben cómo se manejan las cosas en Tamaulipas, saben quiénes son los que hacen las desapariciones forzadas; sin embargo, tienen temor por sus vidas o porque semanalmente también les dan sus buenas propinas para no ver, escuchar y decir algo al respecto en Tamaulipas.
