Raúl Flores Martínez.
La política en México está llena de políticos de pueblo, de eso que bajo los influjos del alcohol, son los mala copa de la fiesta, esos políticos que envalentonados se sienten dueños de pueblo quieto, políticos o políticas, quienes presumen de tener muchos huevos u ovarios y a la mera hora, esconden la cola entre las patas.
Tanto mujeres, como hombres, supuestamente con estudios académicos, practican la vieja política de rancho, la política del cacicazgo, del poder jodido, ese poder que cuando no lo tenían se vuelven locos o locas, y amenazan al estilo del crimen organizado, “Lo que viene, no soy yo”.
Ese poder, es el que ha puesto en marcha la alcaldesa con licencia de Metepec en el Estado de México, Gabriela Gamboa, una alcaldesa de Morena que amenaza envalentonada por teléfono a la hija del candidato de la Coalición Va por México, el panista Fernando Flores, quien ya denunció la amenaza directa.
Con un fino lenguaje Gabriela Gamboa deja en claro que va por todo, sin importar a quién se lleve entre las patas, va por todo para seguir siendo la alcaldesa de Metepec.
“Lo que viene no soy yo. Nos vamos a confrontar, vengo por la reelección. Y sabes con la niña lo que puedo hacer ¿Verdad? Con la hija de Fernando”.
Una amenaza directa, una amenaza sabiendo que tiene detrás algunos “apoyos” de dos bandos, una por parte del Gobierno Federal por ser apadrinada del Presidente López Obrador y del segundo bando, el crimen organizado porque de acuerdo a la Información Filtrada de las autoridades mexiquenses, se presume sus vínculos con la delincuencia organizada.
Sobre el tema del crimen organizado, no es un secreto que la célula de la Nueva Familia Michoacana, encabezada por Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez” y su hermano José Alfredo, “El Fresa”, están haciendo de las suyas en el municipio de Valle de Bravo en la zona sur del Estado de México, un santuario que han encontrado estos delincuentes para sus negocios ilícitos.
Casualmente, estos delincuentes valientes, como todos los criminales, se echan a correr cuando ven un operativo de la Armada de México en su zona y se esconden en sus madrigueras, para no enfrentarse cara a cara con las Fuerzas Armadas.
Ahora estos criminales de baja monta, se han enfocado a entrar en el proceso electoral de Valle de Bravo para favorecer casualmente a una candidata que por cierto demandó a los periodistas Raymundo Riva Palacio y Leonardo Kourchenko por presunta violencia política de género al acusarla de estar ligada al crimen organizado.
No es casualidad que las y los políticos que están ligados con el crimen organizado, nieguen todo tipo de vínculo con algún cártel u organización criminal, siempre lo hacen aunque al final, cuando ya ganaron un cargo de elección popular, son investigados y encarcelados por los vínculos criminales.
Ojala que las y los candidatos en esta elección tengan los huevos u ovarios para aceptar sus errores y retirarse dignamente; sin embargo, el hueso y el dinero pueden más que su dignidad.
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