Raúl Flores Martínez.
Resulta que las protestas que se realizan desde hace dos años por los padres de niños con cáncer en la ciudad de México, son parte de una de las estrategias que utiliza la CIA para poder derrocar al gobierno de López Obrador.
Estos pequeños que están enfermos de cáncer, sin importar cuál sea; son parte de un grupo golpista adiestrado por la CIA para dejar mal parado a López Obrador y su Cuarta Transformación, según el experto en temas de golpes de Estado y temas internacionales, Epigmenio Ibarra.
Esta foca aplaudidora de la actual administración, que por cierto le otorgó un préstamo millonario, asegura que los pequeños son adiestrados con el manual de la CIA para Golpes de Estado.
Quisiera saber en cuál de los 15 puntos en los que se basa este manual, se habla de reclutar menores de edad con leucemia u otro tipo de cáncer para ser usados de manera mentirosa y manipuladora de la derecha conservadora.
Sobre todo, en qué momento los niños y sus padres, se ponen a leer el manual de la CIA, y se llevan a cabo los simulacros golpistas, quienes son los instructores para semejante misión, dejando a un lado el cáncer que en algunos casos está en fase terminal.
Quizá las instrucciones del manual, han sido estudiadas a conciencia para este día de megabloqueo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con la finalidad de desestabilizar la actual administración.
Quizá se hayan aprendido de memoria, el punto cinco del Manual de la CIA para Golpes de Estado que consiste:
“El segundo equipo, se encarga de la capacitación de los sectores golpistas civiles y militares, incluidos líderes e individualidades comprables, chantajeables e influenciables, de los partidos opositores, e incluso del sector popular. Así mismo se ocupa de los pagos a periodistas venales y el mantenimiento financiero de periódicos, radios y canales de Tv, elaboración de información sesgada para sus acólitos, y otras tareas de guerra psicológica.”
Con esta lógica retrógrada desprendida de las mentes perversas del subsecretario Hugo López Gatell, su alumno Andrés Manuel López Obrador, y sus focas aplaudidoras, tratan de desviar la atención en el problema del desabasto de medicamentos que se sufre en el país, también a nivel mundial.
Resulta que los niños con cáncer, que no saben de golpes de Estado, ni de corrientes políticas, quieren poner en jaque una administración que poco a poco se hunde.
Esos niños que hoy exigen un medicamento, lo único que quieren es vivir algo que les cuesta trabajo analizar a los seguidores de la 4T.
