El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acudió este domingo a la base aérea de Dover (Delaware) para recibir los féretros de los 13 soldados muertos en el atentado del jueves en el aeropuerto de Kabul, reclamado por el Estado Islámico (EI) y en el que más de 170 personas perdieron la vida.
La Casa Blanca anunció el domingo por la mañana un cambio en la agenda del gobernante e informó que ya estaba de camino a Dover, donde él y la primera dama, Jill Biden, también tienen previsto reunirse a puerta cerrada con las familias de los soldados muertos.
Tanto Biden como la primera dama van vestidos de negro, según pudo ver el grupo de periodistas que siempre acompaña al presidente de EE.UU.
La base aérea de Dover (Delaware) es la encargada de recibir los restos mortales de los soldados estadounidenses que mueren en el extranjero desempeñando su misión.
Los restos mortales suelen llegar en un ataúd envuelto en una bandera estadounidense, el cual es transportado por miembros de las Fuerzas Armadas desde el avión hasta un coche fúnebre, en presencia de los familiares de las víctimas.
La ceremonia tiene lugar en silencio y, normalmente, lo único que se escucha son las oraciones de un sacerdote.
